Pioneros del periodismo en la zona oriental siglos XIX y XX

Darío González C.

A finales del siglo XIX,  dos perseverantes y entusiastas ciudadanos residentes en distintos puntos de la geografía paraiseña; se afanaban en convertir en realidad su sueño de publicar semanarios, que sirvieran de orientación al inmenso conglomerado departamental.

Abogado Jacinto Rivas

Gracias al trabajo investigativo del historiador Carlos Maldonado,  desempeñando a la sazón el cargo de director del archivo nacional.

Saca a luz pública el interesante folleto,  “Inventario de Diarios y Periódicos del Siglo XIX” es así como nos enteramos, que en  1898 en la cabecera Yuscarán, el abogado Jacinto Rivas Colindres inicia la publicación del semanario “El Eco del Paraíso”, editado en la tipografía Morazán. Dichos ejemplares, pueden verificarse en la Hemeroteca Nacional “Ramón Rosa” institución de apreciado valor para aquellos que se dedican a la investigación histórica.

Un 18 de  febrero de 1899, el Maestro Pedro Nufio radicado en Danlí, en unión de los redactores Manuel de Adalid y Gamero, Octaviano Gallardo, y mi abuelo Francisco González Moncada, encargado de la administración, publica el primer número de “El Piloto” (1899-1903) editado en la imprenta “Unión” bajo la dirección del tipógrafo Nicolás Toledo. A principios del siglo XX se le confió la dirección del  quincenario “El Diablo” (1900-1903) al talentoso joven Ismael Gamero Cárcamo, sus páginas causaban gran revuelo, entre los pacíficos  moradores danlideños, emitiéndose  certeros juicios sobre temas teológicos o críticas mordaces, contra el cura párroco Francisco Norberto Hernández Carrero,  según afirmaba el doctor Modesto Armijo quien  pernoctaba por esa  época en Danlí, como  alumno del colegio que dirigía el maestro Nufio. En 1923 se inician las luchas partidarias precisamente en ese convulso año, el doctor Pedro Vicente Barahona funda en Danlí, el semanario “El Alacrán” que respalda la candidatura del doctor P
olicarpo Bonilla, hoja periodística que hizo época  en nuestra comunidad, defendiendo la minuta doctrinaria del ex Presidente  ya citado.

Al fijar su residencia en 1929 como párroco en Danlí, el canónigo Basilio Gómez Carías (Padre Chilo) prosigue la publicación de “Celajes”, órgano de orientación cristiana que editaba el tipógrafo Daniel Pazetti.

Como pieza de hemeroteca, guardamos el ejemplar número 533 del 18 de mayo de 1930, así como la colección completa del semanario “El Piloto” (1899-1903).

Canónigo Basilio Gómez

Para fortalecer la candidatura Presidencial del doctor y general Tiburcio Carías Andino, Benjamín Herrera Orellana,  periodista de fuste y polemista de primer orden, publica el  quincenario “La Verdad” apareciendo su primer número en el segundo semestre del año 1932. En la década del cuarenta, monseñor Jacobo Cáceres Ávila, publica el quincenario católico, “Ecos de Oriente”, gozando de una entusiasta aceptación en la inmensa  colectividad católica danlideña.

En 1952 el poeta Felipe Elvir Rojas, en unión del periodista Antonio Erazo Olivera, editan en su pequeña imprenta el quincenario deportivo “Gol” de efímera circulación.

Para apoyar el proceso electoral, el ágil y brioso periodista ya mencionado Erazo Olivera, en aquel año político del 57, funda el semanario “El Centinela de Oriente” editado en la imprenta Calderón, órgano de vanguardia y orientación nacionalista, siempre se le recuerda por sus combativos y polémicos artículos, causando desde luego una gran expectación en el entorno comunitario.

Por esa misma época surgió el quincenario liberal “Patria Mía” editado en la imprenta cultura y bajo la acertada dirección el profesor Juan  Antonio Martínez, periodista de combate que supo desenvolverse gallardamente, en aquel ambiente arbitrario del pasado. Posteriormente siempre en el año 57 aparece “La Tijera” semanario jocoserio  dirigido por el joven Rafael Gamero Valladares y editado en la imprenta “Cultura”.

Es de reconocer que con su humorismo sano, deleitó a la entonces reducida población danlideña.

La carencia de recursos,  fue la causal para su efímera circulación, se recuerda que el ejemplar costaba  quince centavos y se editaba en la imprenta “Cultura”.

José Vásquez Sánchez maestro de profesión; en los primeros años de la década del 70 funda el semanario “Septiembre 73” con un recuento de noticias del campo local,  nacional e internacional. Desafortunadamente la exhaustez de fondos, truncó los anhelos de su director de continuar orientando   a los lectores de este círculo municipal.

Monseñor Jacobo Cáceres Ávila

“La Antorcha” surge en su primera  etapa, bajo la efímera dirección del periodista  Óscar Efraín Argeñal, posteriormente asume el control del quincenario,  el periodista Augusto Irías Cálix (1978-1983), quien mantiene en vigencia y con fondos propios la ya referida plana informativa.

Posteriormente Irías Cálix cede los derechos de autor al periodista  Luis Arturo Valladares Paz, que anteriormente había fundado el órgano informativo “El Danlidense” de breve circulación.

Es válido recordar que los heraldos del periodismo en la zona  oriental, tanto el profesor Pedro Nufio Martínez, como el abogado Jacinto Rivas Colindres,  ubicados en trincheras políticas diferentes, escribieron con objetividad editoriales, crónicas y misceláneas de interés  general. Con esa galanura  que no admite discusión y fueron fieles  exponentes del castizo dominio de la lengua.

De sus plumas  jamás  salieron palabras o frases ofensivas para nadie, con sigilosa habilidad manejaban la punzante ironía o la sátira fina y con certera  puntería, lanzaban dardos con el ánimo de corregir los más  enconados entuertos de aquella adormilada sociedad del siglo XIX.

Al poner punto final, al resumen cronológico de la historia del periodismo en la zona oriental, en aquellas lejanas épocas, abogamos porque las presentes y futuras generaciones del quehacer periodístico, conozcan las penurias  que afrontaron en aquellos difíciles y hasta arbitrarios tiempos,  cuando la libre expresión del pensamiento era coartada o cuando menos restringida por gobiernos despóticos.

Cómo olvidar el incruento golpe de Estado perpetrado pro el general Manuel Bonilla, aquella aciaga fecha del 8 de febrero de 1904, cuando el abogado Jacinto Rivas Colindres  a la sazón diputado y director del “Eco del Paraíso” fue ultrajado y reducido a prisión en compañía de los también diputados doctores Policarpo Bonilla y Miguel  Navarro, licenciados Marcos Carías  Andino,  Miguel Oquelí Bustillo, Jesús M. Alvarado, Salvador Zelaya,  Manuel F. Barahona y Ricardo Pineda.

Hoy vivimos otros  tiempos en esta tierra llamada Honduras y que sigue siendo un país  de la esperanza, donde se busca conjugar  la paz, el progreso y la confraternidad entre todos nuestros connacionales.

Salud periodistas en su consagrado día.

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