En pocas horas estaré abordando un vuelo de Continental Arlines que me llevará a Houston para allí hacer la conexión para el resto del viaje que me transportará a San Diego, donde reside mi hijo, José Enrique, con su esposa e hijos. Tengo que estar en el aeropuerto de Fort Lauderdale a las 9:15 a.m. y estaré llegando a California a las 3:25 p.m., y puesto que hay tres horas de diferencia entre Florida y California, eso significa que desde que salgo de mi casa el viaje me durará 9 horas y media. Llego a San Diego a puro tiempo de irnos a casa de Pepe y ver por televisión el partido que en Chicago jugarán las selecciones de Honduras y de Estados Unidos, un partido que es vital para ambos equipos, pues la escuadra norteamericana estará obligada a jugar con todo lo que tiene contra Honduras después de la triste derrota que el miércoles por la noche sufrieron los pupilos de Bob Bradley en San José, donde los ticos dominaron el encuentro y donde el único gol estadounidense fue mediante un penal.
Por su parte, el equipo hondureño buscará alzarse con la victoria, algo que le sería de gran provecho en la gesta por llegar a participar en la Copa Mundo 2010. Estoy seguro que el profesor Rueda y su gente vieron por televisión el juego EEUU-Costa Rica y ello le servirá mucho al entrenador nacional en la estrategia que planteara en el encuentro del sábado en Chicago.
Mientras tanto, en Estados Unidos se sigue comentando el tremendo discurso que Barack Obama pronunció, el día jueves, en El Cairo, señal clara de que el mandatario norteamericano está dispuesto a invertir y hasta gastar capital político mediante el involucrarse personalmente y de lleno en la gigantesca tarea de buscar lograr un acuerdo entre israelíes y palestinos, un arreglo que conduzca a una paz permanente a la convulsionada y estratégica región. Es una tarea más que cuesta arriba pero Obama está preparado para meterse de lleno como mediador. Ojalá que la cosa le resulte pues sería un gran paso adelante en la lucha por obtener un convenio que desemboque en una paz mundial.