En el término de una semana, enemigos han ultimado a siete parientes del extinto narcotraficante Juan Osorto o Héctor A. Portillo, conocido en el bajo mundo como “El Gato Negro” y han dejado heridas a otras cinco.
Los familiares de “El Gato Negro” han sido atacados en tres hechos distintos y el primero en ser ultimado fue su propio hijo, Marlon David Portillo Amador (27), quien la tarde del domingo 4 de agosto fue interceptado cerca de Expocentro de San Pedro Sula, Cortés, donde varios sujetos uniformados como policías lo detuvieron mientras viajaba en su vehículo en compañía de tres empleados, luego lo hincaron para dispararle.
Algunas personas cercanas a la familia Portillo dejaron entrever su temor de ser aniquiladas por completo, por lo cual buscarán la manera de reubicarse en otros lugares.
MASACRE EN CEMENTERIO
Mientras en el cementerio Jardines del Recuerdo de San Pedro Sula, Cortés, le daban cristiana sepultura a Marlon David Portillo Amador, varios sujetos fuertemente armados llegaron al camposanto para disparar contra los asistentes al funeral.

En ese ataque perdieron la vida: Oneida Portillo, Daniel Osorto, Alejandro Portillo, y Génesis Portillo, mientras que los heridos son: Daniel Portillo, Angely Portillo, Alonso Portillo, Marco Antonio Fúnez Romero y Lixi Portillo.
La primera hipótesis que maneja la Policía en esta masacre y en la muerte de Marlon David, es que quienes cometieron ambos hechos, son miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13), todo por la disputa en el negocio de drogas.
TERCER ATAQUE
Luego la noche del miércoles pasado, sicarios a bordo de una motocicleta acabaron con la vida de los hermanos Pío Levi Portillo Osorto y Cristino Portillo Osorto, quienes eran sobrinos de “El Gato Negro” y primos de Marlon David Portillo Amador.
Los dos hermanos fueron acribillados en un callejón de la colonia Betania de Comayagüela, donde residían desde hace algun tiempo.
A la morgue capitalina llegaron los familiares de ambas víctimas para retirar sus cuerpos, para luego trasladarlos a la colonia Betania, donde los están velando y este día les darán cristiana sepultura en un cementerio de la capital.

Ninguno de los dos hermanos murió en la escena del crimen, ya que uno de ellos gravemenre herido fue trasladado al Hospital Escuela Universitario (HEU), donde expiró antes de ser ingresado, mientras el otro fue llevado a una clínica privada, pero no soportó las heridas de bala y minutos después pereció.