Por Laura Inés Gómez Conde
– Carlos Ruiz Zafón es un escritor nacido en Barcelona, España, autor de varios libros de superventas, entre los que se destaca “La Sombra del Viento” (2001), ganador de numerosos premios en el ámbito internacional y, en 2007, seleccionado entre los mejores 100 libros de lengua castellana de los últimos 25 años.
Otro libro exitoso de este autor, con una tirada de un millón de ejemplares, es “El Juego del Ángel” (Editorial Planeta) y que forma parte de la tetralogía de Ruiz Zafón iniciada con “La Sombra del Viento” dando continuidad a la historia del “cementerio de los libros olvidados”.
De esta novela de intriga, extrajimos un fragmento que consideramos muy apropiado para la época que nos está tocando vivir en nuestra Honduras:
“Nada nos hace creer más que el miedo, la certeza de estar amenazados. Cuando nos sentimos víctimas, todas nuestras acciones y creencias quedan legitimadas, por cuestionables que sean”. “Nuestros oponentes o simplemente nuestros vecinos dejan de estar a nuestro nivel y se convierten en enemigos. Dejamos de ser agresores para convertirnos en defensores”.
“La envidia, la codicia o el resentimiento que nos mueven quedan santificados, porque nos decimos que actuamos en defensa propia. El mal, la amenaza, siempre están en el otro”.
“El primer paso para creer apasionadamente es el miedo. El miedo a perder nuestra identidad, nuestra vida, nuestra condición o nuestras creencias”.
“El miedo es la pólvora y el odio es la mecha. El dogma en último término, es solo el fósforo prendido”.
A menos de cien días de la consumación del proceso electoral y ante la escalada de violencia en que vivimos, la población está presa de una gran ansiedad, inquietud, zozobra, incertidumbre que se traduce en miedo, en agresividad.
Portones, calles cerradas, serpentinas, cámaras y guardias de seguridad, delatan que vivimos encarcelados por voluntad propia y a pesar de todas estas medidas, nos sentimos vivamente amenazados.
Por otra parte, la agresión se manifiesta en todos los ambientes. Conductores que no respetan las reglas de tránsito y le tiran el vehículo encima a cualquiera, sea un peatón u otro motorizado.
En las calles, en los centros comerciales, en los mercados la gente empuja, codea, atropella buscando pasar primero y ganar posiciones en una violencia que raya en lo irracional.
Dueños de negocios que ante las continuas extorsiones, deciden abandonar sus empresas y hasta el país, miles de asesinatos irresolutos, a tal punto que nuestra Honduras encabeza la lista de los países más violentos. Estamos viviendo en el siglo XXI una nueva versión de la “Cosa Nostra”.
Además, frente a la inminencia de las elecciones generales, se incrementa aún más la ansiedad de la población. Ya es “vox populi” la desconfianza sobre la transparencia del proceso y muchos están hablando de invocar el Artículo 3 constitucional.
Ante toda esta tensión en que vivimos, cabe recordar una frase pronunciada por Rocky Balboa, personaje de ficción creado e interpretado por el actor Sylvester Stallone: “El miedo es como un fuego interior. Si lo controlamos nos mantendrá calientes para seguir peleando; pero, si no lo controlamos, se extenderá y nos devorará y también a quienes amamos”.
– Hasta la próxima.
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