Por José Rolando Sarmiento
Para el año 2050, el cambio climático podría convertir a 140 millones de personas en migrantes internos, esto podría reducirse a 31 millones si se toman acciones oportunas, dice el BM, que recomienda recortar las emisiones de gases de efecto invernadero e invertir en recolección de datos. El cambio climático podría obligar a más de 140 millones de personas en Asia del Sur, América Latina y África Subsahariana a migrar internamente en sus países para el 2050, dice un nuevo estudio del Banco Mundial (BM).
El reporte, publicado en marzo, se enfocó en la interrelación entre el lento comienzo de los impactos del cambio climático, los patrones de migración interna, y el desarrollo. Los investigadores tomaron en cuenta tres posibles escenarios de cambio climático y desarrollo: “pesimista” (con altas emisiones de gases de efecto invernadero y desiguales rutas de desarrollo); “desarrollo más inclusivo” (con altas emisiones pero con mejores rutas de desarrollo) y “más amigable con el clima” (bajas emisiones globales con un desarrollo desigual).
En el peor de los casos, el número de los migrantes climáticos internos podría ir más allá de 143 millones para el año 2050. En contraste, solo de 31 a 72 millones migrarían en el marco de ese período a lo largo de esas regiones en el escenario “más amigable con el clima”. Indistintamente de la situación, los más afectados serían los ciudadanos más pobres y los países más pobres.
El informe hizo énfasis en que los peores escenarios podrían evitarse si se toman acciones apropiadas. Entre sus recomendaciones se encuentra recortar significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero; transformar la planificación del desarrollo para que tenga en cuenta el ciclo entero de la migración, e invertir en la recolección y análisis de datos para mejorar la comprensión de las tendencias de migración climática interna a nivel nacional.
El reporte también identificó “puntos calientes” de zonas de entrada y salida de migración climática, desde las cuales las personas se moverían, así como áreas urbanas, peri-urbanas y rurales a las cuales las personas tratarán de moverse para construir nuevas vidas y medios de subsistencia. La migración será inducida por problemas crecientes como la escasez de agua, la pérdida de cosechas, el aumento de nivel del mar y tormentas marinas con fuertes oleadas.
En el caso de América Latina, el cambio climático: la razón por la que se prevé migrarán millones de Centroamérica y México. El café, el maíz y el frijol son los cultivos más afectados por el cambio climático en Centroamérica. “Tuve que dejar Honduras porque la tierra que mis padres y mis abuelos sembraban ya no da para vivir. Las cosechas disminuyeron a menos de la mitad. Casi no ha llovido”, le dice a BBC Mundo Pedro, un migrante de Honduras en su paso por México rumbo a EE.UU. La sequía ha sido especialmente dura en Honduras este año.
Hay regiones en las que no ha llovido desde hace 10 meses y en las que se ha perdido más de la mitad de la cosecha de maíz y frijol. Ha muerto mucho ganado. El presidente Juan Orlando Hernández declaró a principios de este mes “emergencia por sequía” en el país. Y como Pedro, cada vez más centroamericanos tendrán el cambio climático entre las razones que los hacen dejar su país e intentar buscar una mejor vida en otro lugar, principalmente en Estados Unidos.
Varios migrantes que cruzaron México en caravanas contaron a BBC Mundo que cada vez era más difícil vivir de sus cosechas. Así lo prevén los expertos, quienes también advierten que impulsará la migración interna en la región. Es la conclusión a la que llegaba el Banco Mundial en su reporte “Groundswell: prepararse para las migraciones internas provocadas por impactos climáticos”, publicado en marzo del año pasado. Según las proyecciones del Banco Mundial, si los impactos del cambio climático no son tan fuertes, para 2050 podría haber entre 1.4 y 2.1 millones de “migrantes climáticos internos” en México y Centroamérica. En un escenario más pesimista, podrían alcanzar los 3,9 millones, lo que representaría el 1.9% de la población de la región.
Aunque el reporte se centra en la migración interna, el organismo reconoce que “los migrantes climáticos internos no necesariamente se detienen en las fronteras”. “El cambio climático está emergiendo como un potente motor para la migración interna. Y cada vez más puede influenciar la migración por el calentamiento y la falta de agua, que afectará la agricultura”.