La extrema sequía y las lluvias torrenciales derivadas del cambio climático están lastrando la lucha contra la pobreza rural en Centroamérica, que ha llegado incluso a aumentar en algunas zonas, alertó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El economista y líder del Programa Estratégico de Reducción de Pobreza Rural de la FAO, Benjamín Davis, explicó a Efe que la región hizo “importantes” avances en las últimas dos décadas, pero desde 2012 las tasas de pobreza rural y pobreza rural extrema han tendido a estancarse, e incluso han comenzado a crecer en algunos países.
“El cambio climático está incidiendo en el estancamiento del crecimiento económico de Centroamérica y en la lucha contra la pobreza rural, sobre todo en una zona conocida como Corredor Seco Centroamericano”, aseguró el experto durante una visita a Panamá.
Esta zona, que abarca las costas pacíficas de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, es una de las más vulnerables del mundo al cambio climático y en los últimos años está viviendo episodios de intensas sequías y lluvias torrenciales provocadas por el calentamiento global.
En esta franja de tierra viven el 50 por ciento de los casi 2 millones de pequeños productores de granos básicos de la región, la mayoría de los cuales se dedican a la agricultura de subsistencia, lo que significa que comen y viven de lo poco que cultivan, generalmente maíz y frijoles.
La entrada tardía de las lluvias en 2018 estropeó el 70 por ciento de la primera cosecha en esta zona del litoral Pacífico latinoamericano, mientras que las lluvias torrenciales dañaron el 50 por ciento de la segunda recolección, según la ONU.