Por Carlos Medrano
Periodista
Hay un refrán popular que reza “lo que no cuesta hágalo fiesta”, que básicamente indica que cuando uno no valora las cosas, las derrocha, las desperdicia o las regala, y eso lo aplico al precio del agua potable que llega a nuestros hogares por la tubería pública, cuyo valor es sumamente bajo en comparación a los costos por purificarla y la importancia que tiene para el ser humano.
Estamos seguros de que mi comentario no será tomado con popularidad, pero no importa, la idea es decir la verdad con cifras y estadísticas y entender la importancia estratégica del agua para la vida de quienes habitamos en este país.
La tarifa del agua potable y alcantarillado de la ciudad capital, Tegucigalpa, es subsidiado hasta con el 82% en juntas de agua, considerando el valor del líquido en el suministro a la población con un promedio de Lps. 16.00 el metro cúbico.
Existe una tarifa que se implementa en dos vías: por consumo presuntivo y el consumo medido, los cuales están legalmente establecidos en el pliego tarifario del 2003, publicado en el Diario Oficial La Gaceta.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que, en el año 2000, la tarifa promedio de abastecimiento urbano de agua ascendía al equivalente de US$ 0.13 por metro cubico, o sea que una familia residente en Tegucigalpa, con conexión domiciliaria, pagaba solamente US$ 2.45 al mes, por el servicio de agua y US$ 0.50 al mes por el de saneamiento. ?
La mayoría de los usuarios tienen una cuota fija por falta de micromedición o por falta de lectura de los medidores. ? El SANAA tiene una tarifa de alcantarillado sanitario que corresponde a 25% de la tarifa de agua. ?
En Tegucigalpa y San Pedro Sula que representa el 66% de la población urbana de Honduras y el 36% de la población total, según la última encuesta poblacional, tienen 440 mil usuarios de agua y más de 280 mil de alcantarillado, por cierto, un servicio muy deficiente.
Casi 2 millones de hondureños no tienen acceso al agua potable, eso equivale al 20% de la población del país. El acceso al agua es todavía un factor de gran incidencia en los retos del desarrollo humano y la calidad de vida de los hondureños.
Una de las decisiones más valientes y trascendentales que deberán tomar las autoridades que hoy dirigen el servicio de agua potable en la capital, es actualizar el precio del agua ya que dicho líquido es sumamente caro en su purificación.
El agua almacenada en las tres grandes fuentes o represas en la ciudad, pasan por un depósito en el que se agrega un coagulante para que quede en el fondo la arcilla que contiene el agua, después el agua que es pesada por medios granulados como arena es separada por elementos que la hacen turbia.
Posteriormente el agua filtrada pasa a un nuevo depósito, donde se le agrega cloro para desinfectarla, agregándole además químicos que permiten que se separen los sólidos que contienen el líquido, para después ser trasladada por la tubería.
El agua no es ningún negocio para el Estado o autoridades edilicias, pero debemos buscar estrategias que nos permitan tener agua todo el año y de manera sostenida. Ya propuse meter preso al derrochador y más esta tesis de aumentar el precio del agua en la tubería sería suficiente para que nuestra gente valore más el líquido y nos concienticemos que este es un recurso no renovable e importante para la vida humana.
carlosmedrano1@yahoo.com