Con la alegría que la caracteriza y con la cual todos que la conocen la identifican, Rosa América de Rodríguez, celebró 80 años de feliz existencia.
La fiesta fue organizada por sus hijos y nietos quienes resaltaron durante su natalicio, lo importante que ha sido ella para la familia y el ejemplo de fuerza y perseverancia que ha estampado en cada uno de ellos. Doña Rosa a sus 80 años sigue laborando en un centro educativo como administradora y maestra de enseñanzas bíblicas y ha declarado que no se quiere jubilar porque quiere seguir siendo utilizada como instrumento de Dios para compartir la Palabra.
A la recepción se unieron amigas de la infancia, hermanos de la iglesia Adventista del Séptimo día y por su puesto sus 10 bisnietos que han tenido la dicha de conocer a la patriarca de la familia.



