Enormes grupos de manifestantes con banderas en la mano atiborraron el viernes el centro de Barcelona, en la quinta noche consecutiva de agitación en la capital regional, para exigir la independencia de Cataluña y la liberación de los líderes separatistas.
Caóticas escenas de violencia se presentaron después de que más de medio millón de manifestantes, entre ellos familias y niños, marcharon en la capital catalana, según la policía local. Muchos iban ataviados con “esteladas”, las banderas independentistas, y gritaban “¡Independencia!” y “¡Libertad a los presos políticos!”.
Algunos de ellos habían caminado por tres días en cinco “marchas por la libertad” desde otras ciudades de la región nororiental de España. Se congregaron en Barcelona, con 1,6 millones de habitantes, y se sumaron a estudiantes y trabajadores que también salieron a las calles para una huelga general de 24 horas.
Pero por la noche, la policía recurrió otra vez a las balas de goma y, por primera vez en esta semana, al gas lacrimógeno y cañones de agua para ahuyentar a los jóvenes enmascarados que arrojaban objetos, construían barricadas y prendían fuego a decenas de contenedores de basura.
Unas 400 personas, aproximadamente la mitad de ellas policías, han resultado lesionadas, según las autoridades regionales y centrales, y se han hecho 128 arrestos desde que surgió el sentimiento independentista el lunes, cuando el Tribunal Supremo sentenció a nueve políticos y líderes separatistas a largas condenas en prisión. Los nueve dirigieron el intento de independencia de 2017 que sumió a España en la peor crisis política en décadas.
El viernes, las demostraciones de apoyo en su mayoría fueron pacíficas, pero los manifestantes y la policía se enfrentaron por el control del centro de Barcelona cuando los primeros rodearon los accesos de la sede de la policía nacional. El caos se propagó a otras zonas de la capital catalana.
El movimiento separatista se enorgullece de su campaña mayormente pacífica, y las autoridades han acusado a un número relativamente pequeño de organizar los más recientes disturbios.
Las autoridades españolas sospechan que un nuevo grupo hermético llamado Tsunami Democrático ha utilizado mensajes encriptados para organizar algunos de los ataques.
El grupo surgió el 2 de septiembre y, en poco más de dos semanas, ha sumado cerca de 340.000 seguidores en su principal canal en Telegram, una aplicación de mensajes.
Un juez de la Audiencia Nacional ordenó el viernes que se cerraran los sitios web vinculados al grupo. (AP)
