Todos solo hablamos de plantar árboles y nadie se preocupa por su crecimiento, de qué sirve sembrar un árbol si nadie los riega, los cuida, los desmonta, si los ataca una plaga hay que fumigarlos de lo contrario se mueren.
Debería ser una obligación que el que lo siembre lo cuide hasta que se pueda defender por sí solo; es como cuando nace un bebé, hay que alimentarlo, vigilarlo de las enfermedades, enseñarle a hablar, caminar, comer, etc., etc., hasta que se pueda defender por sí solo.
Así que para que tengamos una Honduras verde no solo hay que sembrarlos, si no también cuidarlos hasta que estén desarrollados.
Hasta pronto.
Hermann M. Reichle V.
Tegucigalpa, M.D.C.