La Paz, Bolivia.- La polémica por el conteo de votos tras la elección presidencial del domingo en Bolivia desencadenó protestas en contra y manifestaciones de apoyo al presidente Evo Morales, que busca la reelección en primera vuelta.
A continuación, los hechos que enmarcan la convulsión social en el país sudamericano.
– Elección presidencial –
El 20 de octubre se celebró en Bolivia la elección presidencial. El izquierdista Evo Morales, primer jefe de Estado indígena en el país y en el poder desde hace 13 años, persigue un cuarto mandato, pese a que esa posibilidad fue rechazada en un referéndum en 2016 y posteriormente avalada por la justicia.
De nueve candidatos, solo el centrista Carlos Mesa, que ejerció la presidencia entre 2003 y 2005, estaba en carrera para enfrentarlo en una eventual segunda vuelta.
– Hacia un balotaje –
En la noche de la votación, Morales lideraba el conteo con el 45,28% de los votos frente a Mesa, que acaparaba 38,16%. Así, ambos candidatos se encaminaban a una segunda vuelta, sin precedentes en Bolivia, luego de escrutar el 84% de los votos.
Para evitar un balotaje, el candidato principal debe obtener una mayoría absoluta o al menos el 40% de los votos con una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo.
– Resultados lentos –
La oposición y los observadores internacionales criticaron el lento ritmo de las autoridades para proporcionar el resultado final, temiendo un posible fraude.
Manifestaciones y vigilias cívicas se desarrollaron frente a los centros electorales. Washington pidió “transparencia” y la oposición empezó a movilizarse en las calles.
– Morales, cerca de la victoria –
El órgano electoral paralizó la noche del domingo al 84% el conteo rápido que anticipaba un posible balotaje el 15 de diciembre.
Sin embargo, en el recuento rápido de actas (TREP), reanudado al finalizar la tarde del lunes, el Tribunal Electoral (TSE) otorgaba el 46,4% de los votos a Morales, y 37,07% a Mesa, con el 95,63% de los votos escrutados.
La brecha se acerca a los 10 puntos porcentuales necesarios para ganar la primera ronda. Mientras los medios de comunicación cercanos al gobierno dan por sentado la victoria de Morales, Mesa denuncia un “fraude” y desconoce los resultados provisionales.
Los observadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA) expresan su “preocupación” y “sorpresa”.
– Arde la calle –
En varias regiones estallaron incidentes violentos, que incluyeron incendios, enfrentamientos con la policía y saqueos.
Manifestantes quemaron el lunes tres oficinas regionales del TSE en Potosí (suroeste), Sucre (sureste) y Cobija (norte).
El martes, organizaciones ciudadanas opositoras convocan a una huelga general a partir del miércoles, por tiempo indeterminado.
El vicepresidente del TSE renuncia, criticando la interrupción de la publicación del conteo de votos.
Nuevos enfrentamientos entre manifestantes y policías estallan el martes por la noche en La Paz. Un cuarto tribunal electoral es quemado en Santa Cruz (este), capital económica y la fortaleza de la oposición.
– “Golpe de estado” –
El miércoles, en su primera aparición ante la prensa desde las elecciones del domingo, Morales dijo estar “casi segurísimo” de que ganará las elecciones en primera vuelta.
Afirmó, además, que “está en proceso un golpe de estado”, por parte de la derecha boliviana, con apoyo internacional. AFP
