Los ministros de Defensa de la OTAN concluyeron este viernes una reunión de dos días en la que acordaron evaluar “concienzudamente” los riesgos de seguridad de futuras infraestructuras como las redes 5G, mientras países como Estados Unidos apuntan directamente a China como amenaza en su desarrollo.
Tras debatir la respuesta de la OTAN ante amenazas híbridas, los aliados decidieron actualizar los requisitos de base para las telecomunicaciones civiles, incluido el 5G.
“Estos requisitos incluyen la necesidad de una concienzuda evaluación de los riesgos y de la vulnerabilidad”, anunció el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa tras el encuentro.
Según dijo, también deberán trabajar más por “identificar y mitigar” amenazas cibernéticas, así como “las consecuencias de la propiedad en manos extranjeras, el control o las inversiones directas”.
“Esto es importante, porque la próxima generación de telecomunicaciones afectará a cada aspecto de nuestra sociedad, desde el transporte a la atención sanitaria o la educación. También a nuestras operaciones militares”, indicó.
Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, alertó de los “riesgos que supone China para nuestra seguridad” y dijo que “los aliados deben considerar los riesgos a largo plazo en las redes 5G”.
Por otra parte, los aliados abordaron hoy su misión Apoyo Decidido, a través de la cual forman, asesoran y asisten a las fuerzas de seguridad afganas.
Pidieron, en concreto, que “todas las partes ejerzan calma y moderación” tras las elecciones en Afganistán mientras los cuerpos electorales trabajan por determinar el resultado y animaron a que se retomen las conversaciones de paz.
“Pero para que eso sea posible, los talibanes tienen que demostrar verdadera voluntad de hacer compromisos reales”, señaló Stoltenberg.
Esper consideró que “está claro el compromiso de la Alianza con la misión Apoyo Decidido y para que los terroristas no vuelvan a ser capaces de atacar a nuestros países desde Afganistán”.
“La mejor manera de conseguir este resultado es un acuerdo político duradero”, afirmó, y agregó que “mientras nos adaptamos a unas condiciones cambiantes en Afganistán, buscamos la manera de optimizar mejor nuestra estructura de fuerzas”.
El jefe del Pentágono afirmó que “nuestra meta es mantener una fuerza sostenible que cumpla con los requisitos de la misión” y aseguró que “seguiremos consultando con nuestros aliados y el Gobierno afgano para redefinir el camino por delante en Afganistán”.
Los aliados trataron igualmente el reparto de cargas en la OTAN, que a juicio de Stoltenberg marcha “con una tendencia positiva”.
“2019 es el quinto año consecutivo en que los aliados de Europa y Canadá incrementan su gasto en Defensa”, recordó el político noruego.
Esper incidió en la “importancia de un reparto equitativo de las cargas” y de que cada aliado cumpla con el compromiso de invertir el 2 % del PIB en Defensa para 2024.
El secretario estadounidense confió además en que, para la cumbre de la OTAN del 3 y 4 de diciembre en Londres, los aliados tengan “identificado el 100 % de nuestras contribuciones” a la llamada iniciativa de los “cuatro 30”.
Se trata de un plan que los aliados quieren tener listo de aquí a 2020 para reforzar y agilizar la disponibilidad de sus fuerzas por tierra, mar y aire.
El objetivo es que los países tengan capacidad para desplegar en esa fecha 30 batallones mecanizados, 30 escuadrones de aviones de combate y 30 navíos de guerra, en un plazo máximo de 30 días.
Durante la primera jornada de la reunión el protagonismo lo acaparó la ofensiva de Turquía contra milicias kurdas en el noreste de Siria, una acción unilateral criticada por los aliados por las consecuencias que puede tener para la población y el conflicto sirios.
“Aunque los aliados tienen diferentes puntos de vista, hemos acordado que debemos construir sobre la significativa reducción de la violencia para hacer progresos en nuestros esfuerzos de encontrar una solución política al conflicto en Siria”, indicó Stolteneberg, quien insistió además en que “debemos salvaguardar lo que hemos logrado en la lucha contra nuestro común, el Estado Islámico”.
En ese contexto, Stoltenberg celebró la iniciativa alemana de crear una zona segura en el norte de Siria bajo mandato de la ONU y de “una implicación internacional mayor”.
Sobre esa iniciativa, Esper volvió a dejar claro que “no es algo en lo que EEUU vaya a participar con tropas sobre el terreno”. EFE