Por J. E. Mejía Uclés
Malaparte, y la técnica del golpe de Estado en contraste con el 18 de Brumario de Karl Marx, y la creación de la figura del salvador de la patria. Se olvida el general Ponce, que la logia militar es una interrogante y siempre lo ha sido en el contexto de la política de Honduras, él es el jefe de las Fuerzas Armadas, pero se debe a ese cinturón que representa, el conglomerado de los oficiales superiores, que son los que en realidad disponen del desarrollo interno de los ejércitos de Honduras. Pruebas de ello sobran. Los militares deben de respetar la Constitución y las leyes, porque mientras perdure la República, ellos podrán seguir existiendo como institución al servicio de la soberanía y del pueblo de Honduras.
El cesarismo, ejercido por el actual mandatario en contradicción de lo dispuesto por la Constitución de la República, por la farsa de reelección, de la que todos estamos en contra. La imagen de la República está por los suelos, lamentablemente, todos los hondureños somos corresponsables de la situación que vive la nación. Es necesaria la transición a una democracia más pura, que no sea sui generis que redunde en el fraude, que seamos conscientes de ello. Una democracia asentada en un sistema de normas e instituciones de libertades y derechos, de equilibrios y controles entre los poderes del Estado. Recuperando, la legitimidad de la democracia, que nadie discute.
Son eminentemente certeras las palabras del presidente del COHEP, Juan Carlos Sikaffy, quien en un gesto de hondureñidad pide que se depongan los intereses políticos particulares, para que el país vuelva a la normalidad, se regularice el crecimiento económico, crezca el empleo y se pueda abatir la pobreza y las migraciones.
El presidente de uno de los poderes fácticos de la República, como es el Consejo Hondureño de la Empresa Privada, se ha pronunciado enfáticamente, en el sentido de la necesidad de que haya paz, paz que tanto anhela el pueblo hondureño. Cierto es que los problemas económicos mundiales están pasando por una situación crítica por el enfrentamiento entre las potencias. Con el pronóstico de nuevas tensiones comerciales en el ámbito de la tecnología y la innovación, perjudicando la actividad empresarial y frenando la inversión en los países en vías de desarrollo.
En lo que a Honduras corresponde la tasa de crecimiento económico se mantiene según los índices económicos del Banco Central de Honduras, pero una cosa son esas expresiones económicas y otra la realidad de todos los días, cuando en verdad los economistas dejan de lado lo que corresponde al crecimiento demográfico. Y, las nece sidades del consumidor final.
Lo manifestado por la presidencia del COHEP, en el sentido de que debe de atenderse de inmediato al sector agrícola, es de suyo importante tomando en consideración que la agricultura forma parte del desarrollo, que es donde se concentra la bolsa de pobreza. Afortunadamente Honduras, tiene los medios para ser productor por la cantidad de tierras de primera calidad y la capacidad acuífera de que dispone. En cuanto a la construcción es un sector que maneja mucha mano de obra y consecuentemente genera empleos tanto de manera directa como indirecta. Como también la infraestructura que es necesaria mejorar para lograr mayor competitividad, renovar los puertos en el sur del país y dinamizar otros sectores que así lo requieran. No hay que olvidarse que Honduras dispone de puertos de aguas profundas como lo son Cortés y Puerto Castilla.
En consecuencia, hay que seguir trabajando por Honduras, criticando aquellas acciones que frenan el desarrollo: la apatía, la corrupción, la deshonestidad, el inmovilismo administrativo y todas aquellas taras que nos impiden progresar.
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