Por Jaime Martínez Guzmán
Recientemente fue lanzado el Programa de Desarrollo Agrícola de Honduras (PDAH) cuya coordinación, el gobierno del Presidente Hernández Alvarado, ha encargado a nuestras Fuerzas Armadas, adscribiéndolo a la Secretaría de Defensa, con la participación en forma interinstitucional de la Secretaría de Agricultura, del Instituto Nacional Agrario, del Instituto de Formación Profesional, del Instituto de Conservación Forestal y del Instituto de la Propiedad. El programa ha sido diseñado para ejecutarse durante seis años, con un financiamiento de 4 mil millones de lempiras, los que serán desembolsados anualmente en base a resultados. El programa deberá favorecer, por lo menos, a 60 mil pequeños agricultores.
No se han hecho esperar las reacciones negativas de aquellos que, como dicen en mi pueblo, “no cuelan ni dejan colar” y que siempre están “en contra de los que están a favor y a favor de los que están en contra”. También de “analistas” sesgados a la oposición política y de otros que, por el simple opinar, se han lanzado sin paracaídas, sin conocer los contenidos específicos del programa.
1. Es equivocado el criterio de “analistas” en el sentido de que el Poder Ejecutivo pone en manos de las Fuerzas Armadas el desarrollo agrícola de Honduras en su generalidad. Se ha encargado a esta institución, la administración y coordinación de un programa agrícola específico. En ningún momento significa que ellas suplen a la Secretaría de Agricultura. Esta continuará con el desarrollo de sus programas permanentes de las diversas unidades. De ella se requerirá asesoría y asistencia técnica concomitante. Al igual que de la otra institucionalidad antes indicada.
2. Las FF AA cuentan con elementos suficientemente capacitados en la planificación, ejecución, seguimiento y evaluación de proyectos, como para gerenciar el PDAH, junto a personal técnico civil. Se ha conformado un equipo coordinador para llevar a cabo la misión de cumplir los objetivos del programa: 1) Contribuir a la reducción de los altos niveles de pobreza rural. 2) Mejorar las condiciones de vida del campesinado. 3) Incrementar la seguridad alimentaria. 4) Dinamizar el sector agrícola organizado y no organizado. Todo en procura de optimizar la producción y la productividad agrícola. Se contará para ello con los elementos logísticos necesarios, la seguridad y la disposición al orden y la disciplina que la institución puede garantizar.
3. La institución castrense, con el encargo que se le ha otorgado en el PDAH, no descuidará en lo más mínimo su misión fundamental de garantizar la defensa de la integridad territorial y la soberanía de la República, y el mantenimiento de la paz y el orden público. Sus soldados y clases no son los que realizarán las labores agrícolas, como falazmente dicen los opositores, serán los campesinos en sus tierras, los que las desarrollarán, recibiendo capacitación, créditos oportunos y asistencia técnica en el proceso agrícola y la comercialización de los productos. Sin embargo, particularmente, considero que grupos de soldados en su servicio militar, deberían tener oportunidades de capacitación. La mayoría son campesinos, cuyo mejor destino debiera ser regresar al campo, como emprendedores, técnicamente preparados.
4. En contra del PDAH, algunos de los que “no hacen ni dejan hacer” han presentado un recurso de inconstitucionalidad, sin tener presente que “lo que la ley no prohíbe, lo permite” y que la participación coordinadora de los militares, junto a civiles, en el PDAH, tiene su fundamento en el Artículo 274 constitucional que los faculta para cooperar con las Secretarías de Estado en labores de alfabetización, educación, agricultura, protección del ambiente, vialidad, comunicaciones, sanidad y reforma agraria.
5. Un alto jerarca militar ha manifestado, como es lo cierto, que del presupuesto que se asignará al PDAH, las Fuerzas Armadas no recibirán un solo centavo para incrementar el propio; todo estará destinado al programa. Los recursos asignados cada año, tendrán su desembolso “una vez que se presenten a la Coordinación General de Gobierno y a la Secretaría de Finanzas el desglose de las inversiones, gastos de operación y demás requerimientos que garanticen el buen funcionamiento y ejecución del programa”. En la estructura organizativa y presupuestaria habrá lugar a la rendición de cuentas, a la evaluación de la gestión por resultados y al cumplimiento de los planes operativos.
6. En el alcance de los objetivos antes enunciados, el PDAH girará alrededor de importantes ejes estratégicos transversales, así: 1) Inclusión de la mujer y equidad de género. 2) Juventud rural y relevo generacional. 3) Cambio climático y gestión de riesgo. 4) Seguridad y soberanía alimentaria.
7. La misión encomendada a las Fuerzas Armadas con el PDAH se constituye en un desafío importante. Salvo una minoría que aspira al fracaso gubernamental, hay confianza en el pueblo hondureño que sabrán afrontarlo con responsabilidad y prestancia. Más allá de convencer a los críticos infundados, las Fuerzas Armadas con su lema: Lealtad, Honor, Sacrificio, sus miembros ante una misión tienen la formación actitudinal, como dijo uno de ellos, para cumplir, cumplir y cumplir.
Exsecretario de Educación
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