Por Otto Martín Wolf
Si yo hubiera nacido en el Antiguo Egipto hace unos cuatro o cinco mil años con seguridad mis padres me hubieran tratado de educar con su fe religiosa, en aquel tiempo el culto al dios Amón era el verdadero (yo les habría llevado la contraria, quizá solo por molestar).
Todos en aquella época creían que Amón era el dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Esa creencia, esa religión, fue seguida durante gran parte del esplendor egipcio, que duró unos 3500 años.
Por esa fe muchos dieron la vida, peleando con los no creyentes y también con los de otras religiones.
El enredo y el fanatismo era tal que los seguidores del dios Amón se peleaban a morir con los del dios Atón. El pleito no era por cambiar la letra m por la t, la verdad es que eran dos dioses cuyos seguidores se odiaban a muerte, nada que ver Olimpia y Motagua.
Por cierto en esa guerra civil-religiosa casi destruyen por completo el país.
Pero, si yo hubiera nacido hace apenas veinte años en Afganistán con seguridad habría sido educado dentro de la religión del Islam, adorando a Alá y a su único profeta Mahoma, al igual que la mayoría de los nacidos ahí y en países vecinos.
Desde luego que pensaría que mi dios es el verdadero y todos los otros, de otras religiones, son dioses falsos.
La cosa hubiera sido diferente de haber nacido en India en la actualidad. Ahí predominan dos religiones: El hinduismo y el islam. Cada uno adora a su dios. El islam con Alá y el hinduismo con más de 350 mil dioses, así como lo oye.
Todos los seguidores de esa barbaridad de dioses piensan que cada uno es el verdadero y que los demás son falsos.
La religión tiene esa particularidad. Los seguidores de cada dios están seguros de que el suyo es el único y auténtico.
Son lo que yo llamo dioses regionales.
El asunto no tiene que ver realmente con cuál dios es el verdadero, todo está relacionado directamente con la religión que profese en su lugar de nacimiento.
Los vikingos vivían muy felices guerreando con sus enormes hachas y sus bellísimos veleros, adorando y rezando a su dios Odín que residía en Asgard. (Me niego a creer que muchos hayan estudiado mitología nórdica, así que debo asumir que la mayoría lo conocimos por las películas de Thor).
Los mayas tenían muchos dioses, uno de los más importantes era Quetzalcoatl (la Serpiente Emplumada) muy poderoso entre los poderosos.
Por qué los mayas tenían ese dios? Simplemente porque nacieron en el lugar y momento en que ese era el todopoderoso ahí.
La fe de las personas, su mismísimo dios, depende casi exclusivamente del lugar donde se nace.
Algo más que no tiene nada que ver: Hay cinco religiones principales en el mundo. Cristianismo, islam, hinduismo, judaísmo y budismo. Las cinco no pueden estar en lo cierto, la posibilidad entonces es que las cinco estén equivocadas.
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