Por Miguel Osmundo Mejía Erazo
*Profesor y periodista
mosmundo10@hotmail.com
La Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), llegó a nuestro país por una exigencia del mismo pueblo, fueron “los indignados” en las famosas “marchas de las antorchas” apoyados por miles de hondureños que doblegaron al Ejecutivo a solicitar y firmar un convenio con la Organización de Estados Americanos (OEA) para que a partir del 19 de enero del 2016 iniciara su trabajo la MACCIH, convenio que vence el 19 de enero del 2020.
La Misión de Apoyo ha realizado su trabajo durante estos cuatro años apoyando la actividad de las instituciones de seguridad y operadores de justicia como el Ministerio Público, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA),etc., además muy buenas relaciones con varias organizaciones de la sociedad civil y partidos políticos. No es ningún secreto que por intervención de esta Misión y el CNA se han llegado a denunciar y judicializar muchos casos emblemáticos como el de “la primera dama”, “caso Pandora”, “Red de Diputados”, y muchos más que han trascendido como noticia por el mundo entero porque por primera vez en Honduras se encarcela una personalidad como la exprimera dama. La Misión en sus inicios fue muy bien vista, pero cuando empezaron aparecer los casos emblemáticos y se investigaron los “peces gordos” comenzaron las trabas y ataques a la Fiscalía General, al CNA, a la UFESIC y obviamente a la MACCIH financiada por la OEA, situación que llevó a que renunciara públicamente ante el pueblo de Honduras el señor Juan Jiménez Mayor vocero de la misma, hecho concretado el 15 de febrero del 2018.
El peruano Jiménez Mayor entró en divergencias inducidas con don Luis Almagro secretario general de la OEA, pero también en su renuncia mencionó que otra de las causales de su salida de Honduras fueron los ataques y hostilidades hacia la Misión y a su persona de parte de los “corruptos de cuello blanco” y sobre todo por haber destapado el caso de la “Red de Diputados”, mencionando en sus declaraciones que “había en el Congreso Nacional 60 diputados y exdiputados incluyendo al actual presidente del Congreso quienes han desviado recursos públicos a ONGs y a sus bolsillos, dineros destinado para proyectos, qué bueno que ese dinero fuera destinado a obras sociales en un país con 60% de pobreza, pero no, las clase política se llevó los fondos. De manera particular, nosotros estamos listos si nuestra persona es non grata y si Italia no apoya la Misión, yo estoy listo ya tengo la maleta lista, yo he venido aquí a apoyar el país”. El 14 de abril de 2018 fue nombrado un nuevo vocero de la MACCIH el brasileño Luis Antonio Guimarães.
Muchos miembros de la clase política, funcionarios públicos y algunos diputados no están muy contentos con la labor de las instituciones nacionales apoyados por la MACCIH que han develado el telón que cubría tanto acto de corrupción, por lo que abiertamente se han pronunciado en contra de que se prorrogue el convenio entre el Poder Ejecutivo y la OEA, cuando solamente se necesita la firma de ambos representantes y quedaría en firme la prórroga y ya está tipificado en el mismo convenio según lo expresado por la honorable diputada Doris Alejandrina Gutiérrez. Un diputado nacionalista, presentó la moción de nombrar una comisión del Congreso Nacional integrada por diputados de las bancadas, mayoría nacionalistas presidida por don Felicito Ávila, que tienen como función intervenir, evaluar e investigar la Misión conformada por ilustrados profesionales extranjeros contratados por la OEA, estos señores van a investigar hasta la razón de la inmunidad que la diplomacia internacional les confiere, además sobre el trabajo realizado en estos cuatro años y sobre todo por qué solamente se ha investigado a los nacionalistas y a los gobiernos anteriores no, como el caso del más reciente presidido por don Manuel Zelaya Rosales.
Aparentemente los tres poderes se quieren deshacer de la MACCIH, en vez de exigirle que investigue los gobiernos anteriores porque esa comisión del Legislativo huele a venganza por la denuncia del señor Jiménez Mayor, cuando no hay voluntad política y se tiene algo que esconder, se auguran malos presagios que saldrán de los “mandatarios del pueblo”, especialmente de los nacionalistas que controlan los tres poderes del Estado acompañados de sus partidos apéndices. El pueblo hondureño y los funcionarios honrados si se hace una encuesta, dirá “queremos que continúe la MACCIH”.