Las quejas porque las ambulancias nunca llegan al lugar de las emergencias se han multiplicado desde hace varios meses y con justa razón, ya que apenas nueve de 54 que había en la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) están operando, el resto permanecen botadas en los talleres esperando que haya fondos para repararlas y volverlas a usar.
Las ambulancias forman parte de la Unidad Médico de Emergencia de Copeco y fue inaugurada por el comisionado y ahora canciller, Lisandro Rosales, quien dejó una plantilla de 54 para atender las emergencias, que en ese momento se estaban generando al 911.
Conste que el 911 no es el responsable de las ambulancias, pero carga con la responsabilidad cada vez que los usuarios se quedan esperando la ambulancia de Copeco y nunca llega al lugar para salvarle la vida a las personas.

La administración y dirección de la UME siempre ha estado en Copeco, el problema, según denuncian a LA TRIBUNA es que se ha caído a tal grado, que de 54 ambulancias solo hay siete para atender la emergencia y es evidente que la gente que demanda la asistencia en la que se lleva la peor parte, porque nunca la atienden.
Por ejemplo, con la emergencia de ayer en la CA-5 no hubo más ambulancias para el resto de la capital y ahora que se avecina la época de Navidad y Año Nuevo, la demanda del servicio se dispara.
Cuando había una UME fortalecida el tiempo de respuesta del 911 para que la población recibiera el servicio de emergencia era de 8 minutos, ahora hasta eso se ha multiplicado. Otro de los problemas es que cuando hay ambulancias disponibles, no hay combustible y eso genera un grave problema al sistema de emergencia, que recibe las quejas e insultos de los usuarios al ver frustrada su demanda de asistencia.
