Por Noé Pineda Portillo
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Cuando viajé a Taiwán, más o menos cercano a Navidad, allá por los años del presidente Chen Shui-bian (2000-2004) me sorprendí al encontrar motivaciones navideñas igual a las nuestras, en algunas de sus partes citadinas de la gran Taipei. Y me preguntaba ¿cómo llegó esto hasta aquí? Y la respuesta es esta.
“Todas las culturas del mundo celebran de alguna forma el solsticio de invierno”, la noche más larga del año que abre el paso a días cada vez más largos en una clara victoria del sol frente a las fuerzas de la oscuridad. Los romanos lo llamaban Saturnales, nosotros, Navidad.
La cultura inmaterial heredada y viva, son las costumbres, los saberes, los modos de hacer, los valores, las actividades pragmáticas, la alimentación, el vestuario, las técnicas y los oficios, el conjunto de conocimientos y experiencias adquiridas que poseen los portadores, los hechos expresivos o simbólicos, las actividades vivas (actuales) de interés etnográfico, la lengua, la fiesta, la danza, el juego, lo paraliterario (el cuento, la leyenda, la canción, el mito…), la competición popular, la religiosidad tradicional… Todo ello, es cultura.
Recientemente leímos en el Boletín de Taiwán, un informe sobre “Original árbol de Navidad en Nantou”. Este original árbol en el distrito de Nantou, centro de Taiwán, es construido de puro bambú. El árbol nacional de China. “En este árbol navideño se encuentran ratones de madera y en la copa un queso hecho de bambú tejido. La ceremonia de iluminación de este árbol fue el 8 de diciembre. El centro también ha organizado conciertos musicales y actividades para hacer tarjetas de Navidad, como parte de las celebraciones de esta época navideña”. Como se ve, esta es la alegría navideña en el lejano Oriente.
Ahora bien, como se desenvuelven la transculturación de elementos culturales de unos pueblos a otros. El diccionario de la Real Academia Española, define al término como: “Recepción por un pueblo o grupo social de formas de cultura procedentes de otro, que sustituyen de un modo más o menos completo a las propias”. Por lo que se podría decir que la transculturación es un proceso gradual por el cual una cultura adopta rasgos de otra, hasta culminar en una aculturación. Generalmente se ha supuesto que la enseñanza o intercambio de rasgos que van desde una cultura “más desarrollada” a otra “menos desarrollada”, parecería que esto puede ocurrir sin conflictos; sin embargo, se observa que la mayoría de las transculturaciones son muy conflictivas, en especial para la cultura receptora. Ejemplo, cultura latinoamericana.
La sociedad taiwanesa, es más abierta que otras culturas orientales, donde son más resistentes a la intromisión de elementos culturales. Estadísticamente, de 23 millones de personas en Taiwán, 6% son cristianos, 28% siguen el budismo y menos del 3% no profesa ninguna religión. En nuestro mundo occidental, la Navidad es una fiesta de gran regocijo para toda la familia y la vecindad. ¡Feliz Navidad!