Los restos mortales del director de la cárcel de máxima seguridad en Ilama, Santa Bárbara, conocida como “El Pozo I”, Pedro Idelfonso Armas fueron retirados fuertemente custodiados por agentes policiales, este sábado por su esposa y familiares de la morgue capitalina.
Idelfonso Armas fue ultimado el viernes anterior en la carretera entre el departamento de Choluteca y el municipio de San Lorenzo, en Valle.
El cadáver de la clase III Pedro Idelfonso Armas, permanecía en la morgue capitalina desde el viernes, tras haber sido asesinado de al menos cinco balazos cuando se conducía en su vehículo hacia Namasigue, departamento de Choluteca.
Por un error involuntario la fiscal de turno al momento del levantamiento puso otro nombre a Pedro Idelfonso Armas. Debido a esa situación y como no concordaban los documentos del ahora occiso el personal forense no podía entregar el cuerpo a sus parientes.
Fue hasta hoy a eso de las 9:00 de la mañana que se solventó el problema legal y seguidamente el cadáver del policía fue entregado a su esposa y otros familiares.
Cabe señalar que, a la hora de ser retirados los restos mortales, los parientes del extinto oficial eran custodiados por al menos 10 policías que llegaron a la morgue capitalina a bordo de dos patrullas.
Posteriormente el féretro fue trasladado hasta el municipio de Namasigue, Choluteca, lugar de donde era originario Armas.
En todo momento y cuando reclama el cuerpo de su marido la esposa que por razones de seguridad no se dará su nombre no quiso referirse a lo sucedido, supuestamente por temor a más represalias en su contra y la de su familia.
Este lunes será enterrado en horas de la mañana el extinto oficial policial en un cementerio de Namasigue.
El oficial de policía Pedro Idelfonso Armas, se volvió famoso porque se encontraba platicando con el narcotraficante Nery Orlando López Sanabria, conocido como Magdaleno Meza, el día que lo mataron otros reos en ese reclusorio conocido popularmente como “El Pozo I”.
Desde ese día el uniformado estaba suspendido del cargo y de sus funciones dentro de la institución policial, mientras se realizan las investigaciones sobre cómo ingresaron las armas con las que mataron a Magdaleno Meza.
Según testigos, al menos siete hombres a bordo de motocicletas le daban seguimiento a Armas y al alcanzarlo le pidieron que se detuviera. Enseguida, lo obligaron a bajarse del carro y lo pusieron “pecho a tierra” y le dispararon a quemarropa, luego huyeron del lugar.
Su cuerpo quedó tendido al lado del vehículo color blanco. A la escena del crimen llegaron varios efectivos de la Policía Nacional y alertaron a Medicina Forense.