Antonio Flores Arriaza
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El mundo avanza hacia fuentes de energía que no sean contaminantes de la naturaleza, energías limpias amigables con el ambiente. Los combustibles fósiles irán saliendo progresivamente de ser los que mueven el mundo. La electricidad luce como la gran candidata para asumir el trono para mover el mundo.
La humanidad busca una nueva batería capaz de almacenar electricidad para mover los vehículos y la maquinaria del próximo futuro. Los autovehículos son una de las principales fuentes de contaminación, así que ya están diseñados los próximos automóviles eléctrico del inmediato futuro. Es decir, no usarán derivados del petróleo, sino una batería eléctrica para aportarle la energía que los mueva. Y el componente de esa batería será el litio.
Pero, el litio, no está repartido ampliamente en el planeta. Su principal reserva, un 70%, se encuentra en Suramérica: Bolivia (principalmente), Chile, Argentina y China (3 millones de toneladas métricas de litio). En Bolivia se localiza ampliamente en el salar de UyuNi que tiene una extensión de 11 mil kilómetros cuadrados. En Chile las reservas de litio se encuentran especialmente en Atacama y en Argentina, se localizan en las provincias de Catamarca, Salta y Jujuy.

Bolivia cuenta con una de las reservas más grandes de litio del mundo (100 millones de toneladas métricas) en los salares de UyuNi en Potosí y en Oruro. La empresa nacional Yacimientos de Litio Bolivianos Corporación (YLB) y la empresa china Xinjiang Tbea Group-Baocheng firmaron un acuerdo para la construcción de las plantas de industrialización de litio en los salares en Oruro y Potosí con una inversión de $2,300 millones. Como presidente Evo Morales declaró que se generaría beneficios para Bolivia de unos $668 millones al año. Mientras que del salar de Pastos Grandes se obtendrían unos $585 millones anuales. Y declaró: ”En este último tiempo recuperamos los recursos de la patria y ahora estamos en la industrialización de esos recursos; cambiamos nuestra querida Bolivia. Hoy estamos en la cuarta fase para la industrialización de estos recursos”. Desde el 2009 se había acordado la industrialización de los recursos del gran salar de Uyuni. La tercera fase fue un contrato con la empresa alemana ACI Systems para la fabricación de baterías en donde Bolivia tendría el 51% y la empresa alemana el 49%, pero, finalmente, este contrato fue abortado. Bolivia nacionalizó sus reservas de litio y no permite la inversión extranjera en esta explotación, solo tiene interés de hacer sociedad con empresas dispuestas a la industrialización, pero en Bolivia, algo que las empresas occidentales no quieren y se interesan solo por comprar el carbonato de litio. Bolivia ya inició la producción de un automóvil propio totalmente eléctrico movido por baterías de litio llamado Quantum a un precio de $6 mil, que le coloca en el liderazgo mundial en la producción de estos autovehículos. El pronóstico para el 2030 es que se habrán producido unos 125 millones de autos eléctricos: obviamente un gran negocio se avecina.
Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Rusia, Vladímir Putin, acordaron en Moscú trabajar en la participación de Rusia en la industrialización del litio: “cómo podemos juntos trabajar esta nueva energía (el litio) que va a ser tan importante para el mundo”, expresó Evo Morales a Putin. Asimismo, Evo Morales destacó la labor de Rosatom, que participa en la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear en El Alto, Bolivia (una inversión rusa de 300 millones) y por la formación de bolivianos en esa avanzada materia. Destacó la presencia de Gazprom (la principal empresa de gas rusa) en Bolivia. “Nuestra técnica está contribuyendo a su país”, replicó Putin. Evo Morales reiteró que la explotación del litio será hecha únicamente por empresas nacionales y que, la participación extranjera, se limitará a la industrialización. Se estima que las reservas de litio podrían abastecer las necesidades planetarias hasta el año 7015.

Esto evidencia que el gobierno de Evo Morales, además de nacionalizar el litio, limitó su explotación a relaciones con China y Rusia. La única empresa occidental que pudo tener acceso a la explotación del litio en Bolivia fue cancelada. Bolivia también estaba dando pasos iniciales para utilizar el litio en productos farmacéuticos. Y, además, Evo Morales estaba buscando convertir a Bolivia en un país con acceso a la energía nuclear. Una visión de convertir a Bolivia en el centro energético de Sur América. Se puede adicionar que Evo Morales excluyó a la DEA del país y, del control y persecución de la droga, así que USA declaró a Bolivia como país que no persigue a los narcotraficantes; a diferencia, la ONU reconoció que el programa al efecto propio de Bolivia es muy exitoso. Una medida fue evitar que la DEA persiguiera a los indígenas que, tradicionalmente, mastican la hoja de coca o la usan en té, acusándolos de narcotráfico.
En Chile, la Cámara de Diputados aprobó el informe de la investigación realizada respecto de los actos del gobierno relativo al origen y adopción del acuerdo entre la empresa nacional Corfo y Soquimich, sobre la exploración y explotación del litio en el Salar de Atacama, en el norte de Chile (30 millones de toneladas métricas de litio). La investigación descubrió que la celebración del contrato entre esas partes en 1993, generó las condiciones para que esta última pudiera explotar, sin mayores límites, el litio chileno hasta el año 2030, por lo que dicho contrato fue perjudicial para el Estado chileno, ya que permitía la exploración, explotación y comercialización del litio que es propiedad estatal. Tampoco ocurrió la persecución fiscal correcta a dicha empresa privada. Por ley y constitucionalmente, este metal es considerado como una sustancia estratégica, no concesionable, cuya exploración y explotación puede ser llevada a cabo por empresas del Estado a menos que el presidente de la República, a través de un decreto supremo, ceda este derecho vía una concesión administrativa a una empresa privada, que es lo ocurrido en la relación entre Corfo y SQM. El litio, entonces, debe definirse como un material estratégico bajo control del Estado y con beneficios para las comunidades que habitan esos lugares. Chile desconoce a cabalidad la ubicación geográfica y la composición de la totalidad de sus recursos de litio, punto importante para el control del Estado evitando fugas del material y posibles daños ambientales. Curiosamente, Chile presenta una sistemática visita de soldados israelitas que vienen al país a “descansar” antes de terminar dicho servicio. Salen unos y entran otros.

Por su parte, Argentina (2 millones de toneladas métricas de litio) parece que posee el 13% de las reservas mundiales de litio, esto explica que la guerra por el “oro blanco” se haya recrudecido en los últimos años en el país y que el gobierno nacional se encuentra abocado a fijar reglas de juego más claras y precisas
A Catamarca, Salta y Jujuy, en el norte argentino, las denominan “el triángulo del oro blanco” y por su potencial para el próximo futuro centrado en la electromovilidad y baterías para equipos electrónicos de alta tecnología. La explotación de litio creció a $2 mil millones en los últimos años distribuidos en unos 53 proyectos de extracción en unas 873 mil hectáreas. Esta multitud de intereses extranjeros crea muchos conflictos en esas zonas, pero aún Argentina es el país preferido por las empresas occidentales interesadas en el litio que son originarias de Japón, Corea del Sur, China, Australia, Estados Unidos, Canadá y Francia. Solo la empresa FMC Corporation de USA se ubica en el salar del “Hombre muerto” con una inversión de US$300 millones. Mientras en Salta, se ubica la empresa francesa Eramet con una inversión de unos $380 millones. Esta situación obligó a conformar una “Mesa del litio” para definir normas, procesos, protección ambiental (la explotación del litio consume mucha agua, para poner en marcha a unos 25 autos eléctricos se requirieron unos 30 mil litros de agua dulce más una gran cantidad de agua de mar para la explotación del litio requerido) y regulaciones para el desarrollo de la industria del litio. Así como una mejor regulación de las licencias de explotación del litio con un 3% de beneficios para las provincias. La explotación del litio en Argentina muestra una gran diferencia, ya que dicho negocio es realizado por empresas occidentales, no hay allí una penetración China ni Rusa. Si bien es cierto, en la provincia de Neuquén, se localiza la única base China en territorio Americano. China declara que sus instalaciones allí son únicamente para la exploración espacial y seguimiento de sus satélites. Pero, se trata de un área totalmente bajo autoridad de China a la que no puede ingresar ningún argentino.
Así que es posible que estemos observando el progresivo desarrollo de una “guerra híbrida” en Suramérica en la búsqueda del control del litio que moverá al mundo en los próximos años. Los objetivos pareciera son lograr los cambios en Bolivia para que, nuevas autoridades proclives a los intereses occidentales, asuman el mando para el beneficio de esos países e, igualmente, en Chile que tampoco ha definido claramente su inclinación hacia occidente. Así que, el tipo y la intensidad de los conflictos “sociales” en estos países, no son similares con los que sufre Argentina que, históricamente, ha sido presionada a vender su territorio, iniciativa que data desde que el padre del sionismo planteó en su libro que Israel podría ser ubicado en Argentina y sus tierras podrían ser compradas por el movimiento sionista internacional.
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