El 9 por ciento de la población de El Salvador, Guatemala y Honduras, Triángulo Norte de Centroamérica, vive en los Estados Unidos, tres millones de personas, y el 60 por ciento de ellos lo hace de manera irregular, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Ese organismo internacional emitió los resultados de una encuesta a casi 2,000 migrantes irregulares para apoyar el diseño de políticas públicas en los países de origen para que no sigan perdiendo capital humano. Ayer se celebró el Día Internacional del Migrante.
Quiénes son, cómo y por qué migraron y cuáles son sus planes de futuro son algunas de las preguntas que responde el estudio del BID tras los pasos del migrante: perspectivas y experiencias de la migración de El Salvador, Guatemala y Honduras en Estados Unidos, publicado en el marco del Día Internacional del Migrante que se celebra el 18 de diciembre.
El perfil del migrante reciente de estos tres países centroamericanos en Estados Unidos es una persona joven, con una alta incidencia de población indígena (15%) que, aunque inicialmente se plantea la migración de forma temporal, una vez en Estados Unidos quiere permanecer.
Su nivel educativo es bajo en comparación con otros migrantes en Estados Unidos, pero alto en comparación con su país de origen. El migrante está integrado económicamente en Estados Unidos, con alta participación laboral (80%), ahorra (50%) y paga impuestos (60%). No obstante, también está expuesto a perderlo todo.
La búsqueda de oportunidades económicas (74%), la reunificación familiar (43%) y la violencia (41%) son las principales causas de migración.
En este sentido, el flujo migratorio relacionado con la reunificación familiar va a ser difícil de frenar, lo que sigue haciendo lucrativo y angular el tráfico de personas por medio de coyotes, un servicio por el que pueden pagar entre 4,000-8,000 dólares y al que los migrantes acceden mediante la ayuda de familiares (45%), préstamos (40%) o ahorros (11%).
El estudio concluye que resulta necesario generar empleos de calidad para lograr un mayor arraigo, así como expandir las redes de protección social a fin de mejorar la calidad de vida de las personas en sus países.
DATOS
Los hondureños migran principalmente por razones económicas (75%) y son los que menos lo hacen por reunificación familiar (31%). Ven el proceso migratorio de forma más permanente que los guatemaltecos, pero no tanto como los salvadoreños: son los que más piensa en trasladar a sus hijos a Estados Unidos (29%), pero compran vivienda tanto en Estados Unidos (7%) como en Honduras (18%), la mitad envía remesas (54%) y tienen sus ahorros divididos entre Estados Unidos (58%) y Honduras. Más del 50% envía remesas, lo que se ha convertido en una variable determinante de la actividad económica de El Salvador, Guatemala y Honduras, donde representan ya en promedio el 18% del PIB. A esto se suma que cerca del 20% de los migrantes está invirtiendo en actividades productivas en sus países de origen, así como en la compra y/o construcción de vivienda.