Un total de 1,200 elementos de las Fuerzas Armadas (FF. AA.), Policía Nacional, más otros entes que conforman la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), tomaron control operativo y administrativo de las cuatro cárceles de máxima seguridad que funcionan en el país.
Desde las 7:00 de la mañana del jueves, los miembros de la Comisión Interventora que integran la Fusina, asumieron la dirección administrativa y operativa de “El Pozo I”, en Ilama, Santa Bárbara; “El Pozo II”, en Morocelí, El Paraíso, y de los centros penales de El Porvenir y el Centro Penitenciario Nacional de Támara, estos dos últimos en el departamento de Francisco Morazán.
Los uniformados ingresaron a las instalaciones carcelarias con la orden del día que es “establecer el orden y el control inmediato de los centros”.
En este contexto, el coronel José González Maradiaga, responsable de coordinar la Comisión Interventora de los centros penales nombrada por el Presidente Juan Orlando Hernández, destacó al nomás ingresar a los presidios que, “es una misión que asumo con responsabilidad y responderé a la confianza del pueblo que cree en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional”.

UN RETO
“Es un reto que nos ha delegado el alto mando y que se basa en el respeto a los derechos humanos y de donde deriva todo lo que se va a realizar”, precisó.
Entre las medidas que se practicarán a corto plazo se destaca un análisis del marco jurídico vigente, fortalezas y debilidades del sistema penitenciario con un diagnóstico que va a evidenciar las características y situaciones particulares de cada centro penal.
Los uniformados han identificado que entre los cuatro centros penitenciarios las características de seguridad son diferentes entre sí y a partir de ello comenzarán a trabajar, detalló González Maradiaga.
Para el oficial, los entes armados se van a enfrentar a un sistema penitenciario que si bien es cierto se ha hecho mucho con la construcción y mejora de los penales, aún existen ciertas deficiencias.
Por lo tanto, la Comisión Interventora va a identificar y recomendar soluciones que a corto plazo se pondrán en práctica para mejorar y controlar la situación, señaló.
González Maradiaga reiteró que, a pesar de los avances de contar con las mejores instalaciones y tecnología de punta, si el personal humano no está consciente y no asume la misión con responsabilidad será fácilmente permeable la seguridad en los centros carcelarios.

UN DIAGNÓSTICO
De igual manera, para el próximo comandante de Fusina y miembro de la Comisión Interventora, coronel José Ramón Macoto, la institución está preparada para asumir la tarea. “Ya se han girado las instrucciones necesarias y como primer paso se ha estructurado la comisión, que la forman elementos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional”, indicó.
Inicialmente, dijo que se elaborará un diagnóstico que permitirá conocer las debilidades que presenta el sistema y generar opciones para corregir la situación.
Apuntó que el personal de las Fuerzas Armadas se prepara de forma permanente en distintas actividades y que en la Comisión Interventora hay oficiales con el perfil idóneo para desarrollarse en el área administrativa, legal y de gestión, igual con los de la Policía Nacional.
Ambas instituciones han presentado al personal y se tendrá el apoyo de entidades como la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social (STSS), el Ministerio Público (MP) y otras que permitan articular las acciones a ejecutarse en el cumplimiento de la misión.

