Voluntarios continuaron el viernes con la difícil tarea de borrar las manchas de pintura que malvivientes plasmaron en la fachada de la iglesia Los Dolores de Tegucigalpa, la madrugada del miércoles.
Para realizar la limpieza de las paredes se siguieron varias recomendaciones por parte del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), entre estas, no usar productos químicos para quitar la pintura, con el fin de no dañar la estructura, ya que se trata de piedra rosada.
Solo se permitió el uso de espátulas y agua, por lo que la labor se ha tornado tediosa, dado que los vándalos utilizaron pintura de aceite, que es más resistente, ya que se usa para exteriores.
De acuerdo a las declaraciones del miembro del Consejo Económico de la iglesia Los Dolores, Marvin Geovany Villanueva Rivas, solo se está utilizando removedor de pintura y agua caliente, por recomendación de las autoridades del IHAH.
“Estamos esperando la llegada de un experto en piedra rosada que lo envía el IHAH y la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), por mientras avanzamos poco a poco removiendo el color de la bandera lésbico gay”.

VIDEOS “QUEMAN” A RESPONSABLES
El funcionario informó además que se reunió con los técnicos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) que llevan el caso, para revisar el video donde se aprecian claramente los rasgos físicos de las personas que dañaron el templo de valor patrimonial.
En los próximos días, las autoridades policiales informarán a través de los medios de comunicación la identidad de cada uno de ellos, para presentar el requerimiento fiscal, seguido de una orden de captura para todos los integrantes de este grupo, explicó.
“Lo que estas personas hicieron se considera un delito, ya que dañaron la estructura de un bien histórico que forma parte del patrimonio del país, lo que se considera como un acto de irrespeto hacia la Iglesia Católica”.
Hasta ahora, las autoridades eclesiásticas de la Iglesia Católica no se han pronunciado al respecto; ya que son dos actos vandálicos los que se han cometido, pues hace un mes, este mismo grupo pintó otra bandera en las gradas de la Catedral Metropolitana de Tegucigalpa. (JAL)
OPINIONES
“Que se arrepientan”
Santos Zúniga (vendedor): “Es una maldad que le hacen a las iglesias, ya que esta no tiene que ver con otras cosas, por lo que se considera un acto de vandalismo, ya no respetan las iglesias y solo se dedican a hacer la maldad.
¡Que se arrepientan de tanta maldad que andan haciendo!, ya que están irrespetando la casa de Dios y más bien hay que cuidar los templos católicos, ya que son un patrimonio de la capital, aunque uno no profese el catolicismo”.
“Son vándalos y pícaros”
Carlos Flores Fonseca (feligrés): “Son vándalos y pícaros las personas que pintaron la bandera lésbico gay en la fachada de la iglesia Los Dolores, es una maldad sin nombre, ¿por qué no van a molestar a otro lado?
A mí no me gusta la picardía que andan haciendo, ya que la iglesia no es culpable de lo que pasa y no tienen ninguna justificación, por lo que los católicos debemos estar atentos y evitar que estas personas sigan dañando los templos católicos”.
“Es irrespeto a feligresía”
Edwin Daniel Flores (estudiante): “Es un irrespeto a la feligresía católica el acto vándalico protagonizado por un grupo de personas que mancharon la fachada de la iglesia; para mí, no es correcto, ya que es la casa de Dios.
Le pido a la sociedad hondureña, especialmente a la capitalina, que respete a Dios, ya que esto solo denota la falta de cultura y el irrespeto a los demás por sus creencias religiosas y por no estar de acuerdo con sus demandas”.
“Se han perdido principios”
Isabela Silva (devota): “Como personas católicas y ciudadanos exigimos respeto, porque están afectando a todo un pueblo, ya que se trata de un acto vandálico que está dañando el patrimonio cultural de Honduras.
Se han perdido los principios y el respeto hacia los demás y a los inmuebles sagrados por parte de las personas que quieren justificar su inconformidad con este tipo de actos que demuestran la falta de educación”.
FOTO– ISABELA SILVA