Por Ángela Marieta Sosa
Especialista en derechos humanos
El tema de los Derechos Humanos, es tan infinito como la evolución del ser humano, nacen y mueren con él, así en esta oportunidad haremos un recorrido mental por la historia de los derechos fundamentales, enfatizando en la hermosa “Roma”, esa que a los estudiantes de derecho nos calentaba la cabeza, pues más que pensarla debíamos memorizarla.
Muchos de nosotros, en el momento en que nos hablan de Roma imaginamos la ciudad de la actualidad, sin detenernos a pensar por un momento la magnitud de lo que representó en la antigüedad, un territorio tan basto y amplio, que fue de alguna forma, el que unió lo mejor en materia de derechos y orden jurídico institucionalizado, de sus grandes predecesores, los griegos, los persas, los egipcios, los fenicios.
Se puede decir incluso, que Roma, en combinación con Grecia fueron las bases de lo que hoy en día son los derechos, como decirlo, la cuna del concepto derecho… pero solo la cuna, se tiene que tomar en cuenta que la sociedad del año 27 a.C. era completamente distinta a la del siglo XXI o más propiamente a la del año actual.
En el 27 a.C. todavía era algo “normal” ver esclavos, ver gente sin dedos por robar, o a las mujeres “calladas en su lugar”, los que no eran ciudadanos no podían opinar ni participar de la vida de la ciudad, ni de la democracia… claro, no todos en la sociedad romana pensaban de esa forma, pero eran muy pocos, para muchos, los esclavos eran necesarios y esa era su condición natural.
Aristóteles decía en su libro Política (libro primero, capítulo II, De la esclavitud), a través de la fuente de Amnistía Internacional (2009): “…Cuando es uno inferior a sus semejantes, tanto como lo son el cuerpo respecto del alma y el bruto respecto del hombre, y tal es la condición de todos aquellos en quienes el empleo de las fuerzas corporales es el mejor y único partido que puede sacarse de su ser, se es esclavo por naturaleza”. (Página 23).
Aunque esta acotación pertenece a Aristóteles, un famoso filósofo griego, y no a un romano, puede parecer que no tiene relación con Roma, pero esa mentalidad se mantuvo a través de todo el Imperio Romano y su historia.
La base para decir que Roma fue la cuna del Derecho, es el registro histórico por medio del papel y la escritura de los primeros reconocimientos de derechos semejantes a los actuales derechos humanos, por ejemplo, el ordenamiento jurídico que rigió a todo el imperio romano por toda su historia y duración, sin importar el emperador o rey que gobernara, dentro de los cuales se destaca La ley de las XII tablas que fue la primera ley escrita romana, antes de ella la ley y todo lo relacionado a la administración de la justicia estaba dirigida por el clero, los sacerdotes, primero los paganos y luego, por los sacerdotes cristianos, pero a raíz de la creación de estas tablas se empieza a organizar la ciudad, mejor conocida como la polis y todo el territorio en base a los lineamientos que tenía.
También se puede destacar o tomar en cuenta uno de los movimientos más importantes durante el Imperio Romano fue la aparición del cristianismo, que cambiaría para siempre el curso de la historia y sobre el cual, valdría redactar un artículo aparte.
Y no solo la historia sino de la manera de ver a las personas de su alrededor y comportarse, es decir, uno de los avances más importantes hacia los derechos humanos se encuentra en la Biblia, cuando nos dice: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo (…) amar al prójimo como a sí mismo es mucho mejor que todos los holocaustos y sacrificios”. Marcos, 12, 31-33.
Podemos concluir, que los Derechos Humanos, se encuentran presentes en escenarios tan especiales como en el del astronauta que viaja a la luna, hasta la persona que aquí en nuestro mundo respira, consume a diario sus alimentos, duerme, piensa, se moviliza, se expresa; y más allá de Roma, cabe reflexionar, si nuestra situación actual corresponde a una verdadera evolución de los DH.