Después de la muerte de 18 reos en la cárcel de El Porvenir, las autoridades incautaron algunas de las armas artesanales utilizadas para cometer el crimen.
Elementos de la policía y militares llegaron a la cárcel para realizar inspecciones detalladas y encontrar parte de las armas, entre ellos cuchillos y punzones, así como armas de fuego.