Por José Rolando Sarmiento
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Cuando en Honduras hablamos de egresados de la escuela primaria, de graduados de secundaria, de los reprobados y ahora coincidentemente de los miles de maestros que concurrieron a competir por una plaza en los diversos niveles de la enseñanza, que corresponden a los centros educativos gubernamentales, la mayoría de los cuales salieron descalificados en el examen, se nos habla por los funcionarios involucrados de la Secretaría de Educación y profesionales miembros de la dirigencia de los colegios magisteriales, de las pruebas conocidas como PISA, que la mayoría de la población y muchísimos profesionales de la educación desconocemos su significado, lo que nos obliga a explicarlo para que entendamos de qué se tratan las siglas: Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA).
Ahora veamos también para comprender mejor su importancia, lo que los expertos en los temas de la educación explican sobre las deficiencias que en Latinoamérica y por ende en Honduras, existen en el campo de la formación de nuestros niños y jóvenes, que nos mantienen a la cola de los países donde la educación alcanza resultados cualitativos, que inclusive los ha llevado a estadios de desarrollo económico y bienestar para sus pueblos, inclusive al fortalecimiento del sistema democrático de gobierno existente, es decir que a ciudadanos con mayores capacidades, naciones más prósperas, modernas y equilibradas.
Los nueve países latinoamericanos evaluados en la prueba, obtuvieron una clasificación inferior a la del promedio de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), entidad en la que están presentes los países más desarrollados del mundo y a la que también pertenecen México y Chile. Este último país, encabezó la lista latinoamericana en lectura y ciencia, mientras que Uruguay lideró en matemáticas. Pero, de todas formas, los puntajes obtenidos estuvieron muy por debajo de los de China o Singapur, que confirmaron el predominio educativo asiático y se coronaron, una vez más, como los lugares con mejor educación del mundo.
La situación que afecta a América Latina preocupa a los expertos, siendo así que la directora de la OCDE, Gabriela Ramos, dijo que los resultados son “extremadamente preocupantes” pues sin las competencias básicas, muchos niños y jóvenes van a quedar al margen de la economía global. Un análisis que comparte el filósofo colombiano Francisco Cajiao, quien lleva décadas estudiando los sistemas educacionales en el mundo. La consecuencia principal es tener sistemas políticos de muy mala perspectiva. Ya es grave la ausencia de liderazgos, el malestar social; ya es complejo el problema de transformación de los modelos de trabajo y restricciones en el empleo.
La mala educación lo único que amenaza es a las democracias mismas. Mientras más ignorante es la gente, más sujeta está a dejar manipularse por las redes sociales en ausencia de lectura crítica, interés por contrastar información. La prueba muestra que hoy tenemos masas humanas orientadas al consumo pero muy poco dispuestas a la ciudadanía, esa es la verdadera amenaza, y no es solamente un problema de los países de América Latina sino del mundo. Estados Unidos no es una excepción. En los países donde no hay grandes masas de ciudadanía consciente y capaz de discutir, de generar liderazgos, pues empiezan a estar doblemente amenazados por populismos, caudillismo y esas cosas.
Aparte de que no generarán ciencia ni nada por el estilo, pues cuando uno no sabe pensar, toda la sociedad queda afectada. Por eso yo estoy convencido de que la educación no es un derecho individual sino un derecho colectivo. Autor de varios libros e investigaciones al respecto, el académico y consultor de instituciones como las Naciones Unidas, Francisco Cajiao, afirma que si el continente no logra producir capital humano de calidad, nunca podrá ser desarrollado. “Es una tragedia. Porque si nosotros no tenemos científicos ni producción intelectual, si no nos entendemos ni logramos tener democracias sólidas, América Latina seguirá exportando carbón”, dice.
Cajiao desmenuza las consecuencias que puede traer para la región el estar obteniendo tan malos resultados en la prueba PISA y explica por qué debe ser un tema prioritario en la agenda de cualquier gobierno. Aquí hay un tema fundamental: “uno no puede esperar resultados diferentes si siempre sigue haciendo lo mismo, los sistemas educativos en América Latina se han quedado estancados. Hay una especie de pereza burocrática y social para enfrentar cambios estructurales, las escuelas tienen que incluir los intereses de los chicos en los planes de estudio. Eso, por supuesto, es una cosa que en América Latina ni siquiera se nos ocurre contemplar”.