DANLÍ, El Paraíso. Los nacimientos, una tradición que podría desaparecer en la medida que las personas mayores que le dieron seguimiento a una costumbre heredada de sus padres, han ido paulatinamente cediendo paso a otros arreglos de la época como los arbolitos adornados con luces de colores.
En el barrio La Reforma, uno de los más antiguos de esta ciudad, la familia Dubios Zavala sigue la tradición del nacimiento con matices religiosos y costumbristas que reviven hechos relevantes de la historia bíblica desde el Génesis hasta la resurrección del hijo de Dios.
Los nacimientos tradicionales recogen en primer lugar el denominado “Misterio”, donde aparece la familia de la Navidad: José, María y el Niño Dios, acostado en un pesebre y junto a ellos, las ovejas, los pastores y la visita de los tres Reyes Magos.
La profesora Guadalupe Zavala de Dubois, junto a su familia, lleva muchos años siguiendo la tradición del nacimiento y dice que en la sencillez está el mensaje: “el nacimiento no solo describe la llegada de Jesús, hemos querido dar un mensaje evangelizador siguiendo las enseñanzas bíblicas que tengan relación con todo aquello que tenga relación a la natividad el mensaje que Dios nos enseña a través de las Sagradas Escrituras”.
El nacimiento también recoge las costumbres en las aldeas, una casa de campo, el horno, el corral para el ordeño de la vacas, el chiquero para la cría de cerdos y el gallinero, sin dejar de lado al campeño cabalgando, llevando en la silla la “pialera” para lazar el ganado y las costumbres de la ciudad, lugares históricos y recreación que se plasman en miniatura en cada nacimiento tradicional.
La vida urbana tiene matices diversos, el movimiento de personas en el parque, la catedral, el mercado, los chorros de Ceilán y la escarpada hacia la cruz, un sitio que se han vuelto emblemáticos con signos religiosos.