Familiares del último reo ultimado al interior de las cárceles hondureñas retiraron su cuerpo de la morgue capitalina, después de la respectiva autopsia.
El miércoles anterior, la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP) confirmó la muerte de un recluso al interior de la cárcel de máxima seguridad de Morocelí, El Paraíso.
Se trata de Jorge Alberto Oliva, quien estaba privado de libertad por haber cometido el delito de extorsión. El hallazgo se produjo 11 días después de la muerte violenta de varios internos durante un motín en “El Pozo II”, cuyas causas son investigadas por las autoridades penitenciarias y de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
Hoy, la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario informó que mediante la toma de declaraciones realizadas por las autoridades, a los compañeros de celda del ahora fallecido, se conoció de manera preliminar la presunta responsabilidad de dos compañeros del ahora occiso.
El boletín penitenciario indica que Oliva supuestamente era un violador de niños, por lo que los demás internos decidieron tomarse la ley en sus manos, quitándole la vida, versión que se encuentra en proceso de investigación.
Pero serán los especialistas de Medicina Forense que determinen la causa de la muerte, mientras que los presuntos asesinos fueron puestos a la orden de la DPI para que en conjunto con el Ministerio Público (MP) sigan el proceso de investigación y se les deduzca responsabilidad penal.