El Juzgado de Letras Seccional de Puerto Cortés, en audiencia inicial, resolvió decretar un auto de formal procesamiento con la medida cautelar de la prisión preventiva contra tres personas, a quienes se les supone responsables de torturar, quemar y matar a un tío y su sobrina, en Omoa, Cortés.
Los imputados son Raúl Orlando Orellana Chinchilla, Kenia Judith Monge Gámez y Maickon Alexander Murillo Cruz, a quienes se les acusa del delito de asesinato en perjuicio de Arnold Alexis Castellanos Romero y Heidy Gabriela Ayala Castellanos.
Asimismo, les decretó sobreseimiento provisional por el delito de asociación ilícita.
Por lo tanto, el juez reprogramó la audiencia preliminar para el próximo jueves 13 de febrero del 2020, a las 2:30 de la tarde.
De acuerdo a la relación de los hechos, el pasado miércoles 18 de diciembre del 2019, a las oficinas de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), ubicadas en la ciudad Puerto Cortés, los esposos Iván Mauricio Ayala Benavides y Reyna Suyapa Castellanos Ramírez, que residen en la aldea San Antonio, denunciaron que su hija, Keidy Gabriela Ayala Castellanos había desaparecido.
La joven laboraba en la casa de su primo, Marvin Gómez, porque le cuidaba a su bebé; normalmente ella salía a las 7:00 de la noche, pero el día anterior se comunicó con la madre vía WhatsApp, en donde le escribió: “Hola mami, no voy a poder ir ahora, cuida mucho a mi hija”.

Ambos jóvenes fueron encontrados muertos de manera violenta en avanzado estado de descomposición, con signos de tortura y con quemaduras.
LOS TIRARON EN EL RÍO
Luego, el sábado 21 de diciembre del 2019, el Sistema de Emergencia 911 notificó a la Policía la existencia de dos cadáveres por la aldea Tulián Río en Omoa, Cortés.
Los agentes de la DPI se desplazaron y al llegar al lugar, luego de observar varios puntos, como a eso de las 5:45 de la tarde, ubicaron el primer cadáver, femenino, al que se le practicó el reconocimiento preliminar y presentaba heridas y carbonización, con un período de tres días de muerte.
Asimismo, otros agentes rápidamente ubicaron al segundo occiso e inmediatamente se practicó el levantamiento cadavérico de un hombre que presentaba similares signos de muerte violenta, incluyendo las quemaduras.
Unos minutos antes de practicar el levantamiento cadavérico, se presentó el joven Carlos Castellanos, quien les dijo que andaba en busca de unos familiares que estaban desaparecidos y solicitó ver los restos, para descartar si eran sus parientes.
Se le permitió ver ambos cadáveres, reconoció a sus parientes por unos tatuajes y afirmó que eran los restos de su hermano, Iván Mauricio Ayala Benavides, y sobrina, Keidy Gabriela Ayala Castellanos, ambas víctimas tío y sobrina.