Por: Nery Alexis Gaitán
Nuestra frontera marítima es muy valiosa para Honduras. La mayoría de la población hondureña no está consciente de todo lo que representa para el país la salvaguarda de nuestra frontera en el mar Caribe. Es fuente de incalculables recursos, no solamente del producto del mar mismo, sino también de yacimientos petroleros submarinos.
La riqueza que se genera y podría generarse si se explotara como debe ser, traería un gran beneficio a todos los hondureños. Pero, como es usual, tanto el gobierno como la empresa privada no le han dado la importancia debida, haciendo que los países colindantes hagan a sus anchas lo que les da la gana en franco detrimento de nuestra soberanía marítima.
En esta frontera marítima del Caribe encontramos países que defienden sus intereses como México, Cuba, Gran Caimán, Jamaica, Nicaragua, Colombia y República Dominicana, entre otros. Honduras, no ha tenido la suficiente presencia para defender en este espacio los intereses nacionales.
Producto de este desinterés más que todo, en nuestra frontera marítima se han violentado los intereses nacionales, por ejemplo, los pescadores hondureños han sido reprimidos y apresados en nuestras aguas por otros países; asimismo, barcos pesqueros extranjeros han estado saqueando nuestros bancos de peces y mariscos. El crimen organizado también ha hecho de las suyas trasegando droga por estas aguas.
Pero con la adquisición del buque “General José Trinidad Cabañas”, el gobierno, trabajando en coordinación con la Marina Mercante y nuestra Fuerza Naval, y con monitoreo satelital, podrá tener un mayor control de nuestra frontera marítima, defendiendo nuestros intereses en el mar Caribe. Ahora Honduras podrá equipararse a los países vecinos que han mostrado un poderío naval similar.
Creemos que el beneficio de la adquisición de este buque es muy superior al valor del mismo. Pero como siempre hay voces disidentes y dañinas que solo hacen señalamientos con el fin de censurar y dañar, ya sea la imagen del gobierno o del país, han dado el grito en el cielo por el costo del mismo, diciendo que debe invertirse en salud o educación.
Este tipo de personas, desconocen o no les importa lo que representa defender nuestra valiosa frontera marítima. Solamente los impulsa a defender una agenda política en contra del bienestar de los hondureños. Al respecto, estamos de acuerdo y es una prioridad invertir más en salud y educación.
Pero la responsabilidad no es solo del gobierno de mejorar las condiciones de vida de la población. La empresa privada también tiene un gran compromiso, ya que debe compartir la riqueza social y no ser mezquina ni apática ante las necesidades de las mayorías.
Como ejemplo citaré a Taiwán, el sistema de salud pública funciona con el 60% que aporta el gobierno y el 40% restante es suplido con donaciones de los mismos taiwaneses. Un hospital de una ciudad pequeña emplea 3,000 médicos y les sobra dinero, a tal grado que financian una docena de campañas médicas en el exterior.
Volviendo al tema del buque es obvio que se incrementará la lucha contra el narcotráfico, que es el responsable del alto porcentaje de violencia que ha azotado al país. De esta forma nuestro territorio cada vez se muestra más hostil para estas agrupaciones criminales, lo que ha incidido en que buscan rutas alternas y la violencia ha bajado en nuestro suelo.
Lo cierto es que Honduras debe defender sus fronteras marítimas y no permitir que extranjeros continúen saqueando nuestros bienes. Las políticas gubernamentales deben ir dirigidas a salvaguardar lo nuestro en todo momento. Así como facilitar el incremento de la industria turística que crea fuentes de trabajo y coadyuva al desarrollo de nuestro país.
Los hondureños deben construir y no destruir. Vivir en paz y democracia es nuestra mejor opción de vida.
