Fabricando idiotas

OM
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6 de enero de 2020
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12:13 am
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Fabricando idiotas

Por Mario E. Fumero

Acabo de leer una noticia que me ha puesto a pensar en la forma en que muchos padres están arruinando la vida de sus hijos, convirtiéndolos cada vez más en idiotas, y atados a cosas que aunque pueden  edificar, de la misma forma los puede dañar y entorpecer,  aunque sí entretienen.

Comentaba cierto periódico el caso de un adolescente de 12 años de edad, al cual el padre le había regalado una tableta el año pasado, y el menor pasaba pegado a ella todo el día jugando, y por ende, descuidaba las tareas y los deberes del hogar y la escuela. Era tan grande el descuido del hijo en sus estudios y en su vida personal por estar con la tableta, que el padre tomó una decisión, suspenderle la tableta hasta que cumpliera con sus deberes. El niño desesperado gritó y lloró, y como el padre no le hizo caso a sus pretensiones, entró al cuarto, y tomando un frasco de tabletas de su madre, se quitó la vida.

Otro caso muy popular en los noticieros fue el de un adolescente que al quitarle sus padres el celular, por tener una conducta indebida, se fue de la casa y se tiró de un puente, suicidándose. Se afirmó que por asuntos tecnológicos en adolescentes, el índice de suicidios ha aumentado en los últimos años, ligados a la tecnología.
No cabe duda que la tecnología, como fórmula de regalo a nuestros niños, ha aumentado y que la misma tiene un lado bueno, que si sabemos regular y controlar, puede ser de ayuda, pero también puede  convertir al adolescente en un esclavo y víctima de las redes sociales, y llevarlo a una esclavitud que puede generarle daños físicos y mentales impredecibles, según lo ha anunciado el Colegio de Psiquiatras y Psicólogos de los Estados Unidos de Norteamérica.

Es cierto que las tabletas y los teléfonos inteligentes se han convertido en una herramienta importante  para la comunicación y el estudio, pero también es cierto que si no se sabe controlar y regular en su uso, nos puede volver esclavos de las redes sociales, y  convertirnos en idiotas, que no pensemos por nosotros mismos, sino que dejamos que todo tipo de invasores en  las redes sociales manipulen nuestros gustos, deseos y acciones.

El apóstol Pablo nos dio un consejo aplicable para regular el uso de los teléfonos y las tabletas inteligentes, que nos pueden hacer brutos, él dijo que “todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen”. (1 Corintios 6:12) y por lo tanto, debemos evitar las consecuencias de ir más allá de lo lógico y poner los límites a la tecnología, para evitar que esta  anule nuestra capacidad de discernimiento, para convertirnos en esclavos de una inteligencia artificial que puede crear a una generación de tontos, a expensas de todo lo que en estas redes se difunde, olvidando nuestras responsabilidades, las relaciones personales y los deberes que debemos tener con nuestros semejantes.

El problema no consiste en quitarles a nuestros hijos los teléfonos y las tabletas, sino en establecer políticas claras que establezcan cómo regular su uso y tiempo, y poner límites para que la comunicación y la relación personal no sea sustituida por la tecnología, principalmente cuando estamos cerca y nos necesitamos el uno al otro.

Es triste decirlo, pero hoy existe un tipo de adicción peor que la del consumo de drogas, tales como la marihuana o la cocaína, y es la dependencia excesiva a los teléfonos móviles, y aunque usted no lo crea, muchos adictos a estas drogas rechazan la rehabilitación en nuestro centro (Proyecto Victoria) porque en la misma se le prohíbe tener un teléfono móvil, lo que deja ver que la adicción a las redes sociales se ha convertido en una adicción mucho más fuerte que a las drogas convencionales. Así que luchemos para evitar que nuestros hijos caigan en la terrible adicción a la tecnología, la cual los puede volver antisociales, idiotas y adictos convulsivos.

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www.contralaapostasia.com

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