Por: Óscar Lanza Rosales
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Como dicen los médicos o docentes universitarios ¡Me voy a un año sabático! después que han laborado por muchos años, para un descanso, o para hacer un trabajo de investigación, o dedicarse a proyectos de su interés personal.
Según el diccionario de la Real Academia Española, sabático está vinculado al sábado, el séptimo día de la semana judía, el día para descansar.
Eso es lo que voy hacer yo en el presente año 2020, al dejar de escribir esta columna durante este periodo. No para descansar, sino para cambiar de aires temporalmente, cumplir otros compromisos, y dedicar más tiempo a mi familia y amigos.
Un sabático para romper con la rutina. Como que tengo algo de cansancio en repetir algunos temas, exigiendo, por ejemplo, una verdadera planificación para prevenir los incendios forestales -que en el presente año van a ser intensos- y todo lo que hay que hacer para evitar la extinción de la reserva de La Tigra, una de las principales fuentes de agua de la capital, para mencionar un par de casos.
Tengo que confesarles, que para nosotros, los columnistas independientes es difícil escribir bajo un régimen autoritario, populista y que no respeta ni la Constitución y las leyes; que es sordo y no escucha a su pueblo. Un gobierno donde no hay independencia de poderes y el despilfarro de recursos está a la orden del día; y la corrupción y la impunidad siguen tan campantes, promovida desde las mismas cúpulas de poder del Legislativo y el Ejecutivo, principalmente. La gente está tan decepcionada de sus diputados actuales, que anda pidiendo la lista completa para no votar por ninguno en la próxima elección.
Realmente no hay interés de los gobernantes y de la clase política de resolver los problemas del pueblo hondureño, sino que enriquecerse y saciar sus necesidades personales.
Con una sociedad civil débil y dividida. Una parte entregada al gobierno y cómplice de todos sus desmanes.
Me tomo esta pausa, cuando los medios de comunicación tradicional no influyen en lo más mínimo en el gobierno de turno, sino que al revés. Y también cuando hay una gran disputa en la efectividad de la comunicación entre esos medios y las redes sociales, me pregunto: ¿cuál va ser el desenlace de esta disputa?
Me he caracterizado por hacer una crítica sana y constructiva a gobiernos liberales o nacionalistas por igual, destacando la anécdota que cuando los liberales han estado en el poder, me ha tildado alguna gente de cachureco y cuando están los azules en la guayaba, de colorado.
Sin lugar a dudas, los hondureños tenemos grandes desafíos por delante, pero en los del corto plazo está la aprobación de reformas electorales profundas -incluida la segunda vuelta- que nos garanticen elecciones transparentes, y que nos conduzcan a una verdadera democracia. La MACCIH debe continuar, para darle seguimiento a ese esfuerzo para combatir la corrupción y la impunidad, problemas que nos tiene al borde del estado fallido.
Y una gran preocupación actual de la mayoría de los hondureños, es el gran vacío existente de genuinos liderazgos, sobre todo en la política. La gran pregunta es: ¿cómo identificar a esos líderes potenciales que nos devuelvan la esperanza, que una mejor Honduras es posible?
El llamado es para los jóvenes, a participar activamente en la política, y a ser protagonistas de los procesos democráticos y de desarrollo de nuestro país, con un nuevo estilo de hacer política en beneficio del pueblo, siguiendo el ejemplo de países como El Salvador, Costa Rica, Finlandia, Nueva Zelanda y Austria -entre otros- cuyos gobernantes están entre 30 y 40 años. Gente con excelente formación, buenas intenciones, transparentes y dispuestos a rendir cuentas.
Así mismo, nuestras mujeres deben sumarse a participar activamente en política. Y bienvenidas aquellas mujeres que a base de honestidad, capacidad y liderazgo opten a la presidencia de la Republica. ¡Ya es tiempo que tengamos una dama con estos calificativos, en la primera magistratura de la nación!
Para finalizar, hago este anuncio de mi año sabático, en reconocimiento y respeto a mis queridos y asiduos lectores. Gracias por leerme. Ellos saben que he tratado de ser imparcial e independiente en mis posiciones. Que en mis artículos siempre he tenido como norte los sagrados intereses de la patria, y formar opinión a base de una amplia y veraz información.
Le pido al Creador del universo, un mejor destino para Honduras y sus hijos a partir del 2020.
¡Que Dios bendiga y salve a Honduras! Hasta luego si Él me lo permite.
