Los drones

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10 de enero de 2020
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12:43 am
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Los drones

Por José Israel Navarro Carrasco

Coronel de Aviación (r)
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Antes de iniciar mi comentario felicito a LA TRIBUNA por sus 43 años de haber iniciado su vida pública y aportar un granito de arena a la vida cotidiana del ciudadano, especialmente al hondureño, informándolo diariamente de forma veraz e imparcial, siguiendo el legado de su fundador, y darle gracias por darme el espacio para la publicación de mis comentarios, a sabiendas que no necesariamente tenga la razón. Gracias señores de LA TRIBUNA.

Como todo aparato electrónico tiene su principio en el uso militar, hay innumerables ejemplos que irrumpieron en el mundo a través del uso militar, así fue el uso del dron, Estados Unidos es la nación con más drones que hay en el inventario, tanto civil como militar, en este renglón existen drones con valor arriba de 100 millones de dólares y el último más sofisticado con el valor de 230 millones de dólares, ambos capaces de lanzar misiles, y es piloteado por los Estados Unidos desde lugares con acceso secreto; por ejemplo, actualmente hay uno que recorre Centroamérica y está basado en un lugar secreto, con el fin de ejercer vigilancia con propósitos militares, estos drones están equipados con la última tecnología, similar a un avión, actualmente son un gran problema los drones de uso civil en los Estados Unidos, tanto para la aviación como para la vida misma del ciudadano. La Organización Aeronáutica Internacional Civil (OACI) ha tratado de regular el uso de estos aparatos electrónicos a través de cada país miembro de esta organización, ya que afecta enormemente en las áreas cercanas a los aeropuertos, tanto en aterrizaje como en despegue y pueden ocasionar una colisión, ya han habido infinidad de reportes al respecto y no son detectables en el tikat de la aeronave, de ahí el serio peligro al respecto.

Hace aproximadamente un año se le notificó a mis superiores la necesidad de controlar el uso de dichos drones por lo peligroso que es su uso en manos equivocadas, que se dictaran áreas prohibidas como las cercanías de los aeropuertos, la Casa Presidencial y la casa del presidente de la República de turno, ya que pueden ser sujetos a una vigilancia o en el peor de los casos a un atentado. La AHAC tuvo la denuncia de que una casa privada estaba siendo objeto de vigilancia y el video salió en un canal de televisión, invadiendo la privacidad, también un piloto de Isleña reportó que a nivel del patrón de tráfico le pasó cerca un dron, se trató de averiguar en ambos casos, pero no se pudo constatar quién o quiénes estaban envueltos en este problema.

Por ejemplo, en Nicaragua hay un control absoluto de los drones, solo con autorización del gobierno entran y son registrados por la Agencia Nicaragüense de Aeronáutica Civil (ANAC); en Honduras sería tocar intereses, especialmente los de los medios, pero es necesario, considero que nuestro gobierno ya debe de empezar a regular el uso de los drones y su autorización a través de la AHAC, en meses pasados las partes técnica y legal han recibido capacitación al respecto, impartida por una abogada experta en cuestiones legales del uso de drones, y ella ve la necesidad de su regulación.

Recientemente LA TRIBUNA publicó un artículo sobre el uso indebido de estos aparatos electrónicos en personas que se dedican a delinquir, cualquier persona ahora puede adquirir un dron y usarlo como un hobby, con fines de lucro, ejercer vigilancia, o para uso de casas privadas de manera lujuriosa, un niño, adolescente o adulto puede volar un dron cerca de los aeropuertos y ocasionar una tragedia, también algunos pilotos han reportado que al momento de aterrizar son alumbrados por pistolas láser, tal como se mira en el estadio, apuntando al portero (esto será otro tema de comentario), pero solo trato de hacer ver lo peligroso que son los aparatos electrónicos, ya sea un láser o un dron en manos criminales, con el fin de realizar un ilícito.

Los pueblos cuando son responsables de sus acciones obedecen la ley, aunque no guste y el gobernante solo las emite para que se cumplan, en aras de la seguridad.

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