Economía hondureña creció 2.6% a noviembre de 2019
La producción nacional de bienes y servicios del país, en términos de volumen, aumentó 2.6 por ciento a noviembre de 2019, con una desaceleración de 1.1 por ciento en relación al 3.7 por ciento observado en igual período de 2018, según la serie original del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE).
Ese comportamiento medido por el Banco Central de Honduras (BCH) establece que la serie tendencia ciclo del IMAE se recuperó por segundo mes consecutivo, al crecer de forma interanual en 2.5 por ciento, aunque desaceleró 1.2 por ciento comparado con el 3.7 por ciento del 2018.
El desempeño positivo se observó principalmente en las actividades de Intermediación Financiera, Seguros y Fondos de Pensiones que mantuvo su comportamiento de expansión por la mayor captación de ingresos por intereses sobre la cartera de préstamos, así como de los derivados de las comisiones por utilización de tarjetas de crédito.
Entre tanto, la Industria Manufacturera fundamentó su producción en el aumento de la demanda externa de productos textiles y prendas de vestir; e interna de productos alimenticios y bebidas.
Mientras, la constante innovación de servicios (telefonía móvil, internet y televisión por cable) explican el resultado positivo en la actividad de Telecomunicaciones.
Por su parte, el Comercio se ha visto dinamizado por la mayor venta de alimentos, bebidas, maquinarias y combustibles.
Asimismo, el crecimiento de la Construcción Privada se justifica por la edificación residencial, reflejo de los programas gubernamentales para la adquisición de viviendas. En tanto, la Electricidad se incrementó, en respuesta al alza en la demanda de energía eléctrica.
Finalmente, la producción Agrícola disminuyó, por el menor cultivo de maíz, café, banano y palma africana; en el caso de café, explicado por la caída del precio internacional reduciendo los recursos disponibles para el mantenimiento de las fincas; y en los otros productos, debido a la falta de lluvias que afectaron los rendimientos.
Este mismo efecto se observó en la pesca, dada la reducción en el cultivo de camarón, a causa de los altos niveles de salinidad del agua.
