Urge un atrio para Los Dolores

MA
/
17 de enero de 2020
/
08:55 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Urge un atrio para Los Dolores

Lic. Jefferson Maradiaga
Periodista, escritor

En menos de quince días, la icónica e histórica iglesia de Los Dolores de Tegucigalpa ha sido víctima del vandalismo de alienados sociales, cuyo modus operandi, es el de delincuentes que esperan la profundidad de la noche para atacar.

Esperan, y ojalá así sea (aunque igual de lamentable), el descuido de las autoridades para hacer de las suyas a expensas de la ya tan distorsionada “libertad de pensamiento” promovida por esa ola del “progreso” de la nueva generación, que no es otra cosa que una dictadura “cool” que se está enquistando en las mentes jóvenes vulnerables a los “vientos de cambio” que más que una armoniosa brisa parecen el anuncio de una tormenta que lejos de construir busca destruir todo, muchas veces sin darse cuenta de las consecuencias que representarán a su vejez. Aunque claro está, tras estas corrientes de pensamiento hay personalidades que responden a agendas internacionales que buscan promover: el aborto, las uniones homosexuales, en detrimento de la familia; el aberrante lenguaje inclusivo que ataca hasta a la RAE; los que buscan destruir a la iglesia en todos los amplios conceptos que podamos imaginar, que incluye borrar a Dios de la memoria humana; inspirado todo esto en una sociedad cada vez más indiferente, que a los promotores del caos les hace creer que tendrán el éxito que no tuvo ni la Unión Soviética, particularmente a reducir la iglesia y desplazar a Dios.

Del mismo modo en que se ha pintarrajeado la fachada de la iglesia, operaba aquella banda de delincuentes que robó los ornamentos del pedestal de la estatua del General Morazán en el Parque Central. Siempre en horas de la noche y con los mismos dos resultado al final: 1. Impunidad, 2. Indiferencia de las autoridades en la toma de medidas para evitar que estas cosas vuelvan a suceder.

La estatua de Morazán, debe estar en una estructura elevada como Simón Bolívar en el bulevar Los Próceres, y ya es hora que a la Iglesia de Los Dolores se le devuelva en su frontón lo que era su atrio, para que al igual que la catedral pueda ser enrejada. Si bien esta medida no garantiza que los alrededores de la iglesia no sean rayados, cualquier otra vandalización con pintura es posible en ese alrededor, pero la piedra rosada de la fachada no puede seguir siendo manchada porque su limpieza está desgastando la piedra rosada, recordemos que este es además de un símbolo de la fe en Cristo, un patrimonio histórico de la nación.

Sin lugar a dudas, considerando la publicidad que cunde los medios sobre lo seguro que es Honduras, los militares y policías que se ven a diario en el centro de la capital, y las legiones de policías municipales que aparecen cuando apenas asoma la cabeza una vendedora de chiclera y la ferocidad con que van por ellos, resulta ridículo que no oyeran los cincelazos arrancando los broches del pedestal marmolítico de la figura ecuestre, y tampoco vean quien rompe las ventanas de edificios propiedades del Estado y no sepan, ni vean a nadie mientras pintan banderas LGBTI o consignas políticas anti-gobierno en la fachada de Los Dolores y otras iglesias cuando se supone que hay turnos y rondines nocturnos, cámaras, y patrullajes. Pero resulta absurdo, repito, que las autoridades municipales al ver que no se hace nada por la autoridad investigativa, tampoco tome las medidas correspondientes para al menos ponérsela difícil a los delincuentes para la próxima. Es una especie de “pecado de omisión”.

La Comunidad Cristiana de Católicos que asiste fervientemente a este emblemático templo y su párroco, el padre Alexis Martínez, tienen años de estar haciendo actividades para restaurar la fachada, pero además de los retrasos que supone Antropología e Historia y otros permisos y estudios estructurales, para comenzar la obra, vienen a sumarse estos ataques de odio, que hace exigir antes de comenzar los trabajos de restauración que se comience antes a retomar como proyecto la reconstrucción de un atrio (que antaño poseyó la iglesia) y que serviría para proteger la fachada que por su estructura rocosa en el futuro a mediano plazo representaría un daño irreversible de continuar esos pintarrajeos en el frontón.

Evitémosles más dolores a los dolores y su comunidad!!

Más de Enfoques
Lo Más Visto