En Honduras todos obligados a la lucha contra el dengue

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18 de enero de 2020
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12:03 am
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En Honduras todos obligados a la lucha contra el dengue

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

La preocupación por la ocurrencia de varias muertes a causa del dengue al inicio de año, nos mueve a escribir sobre algunos antecedentes de la enfermedad, cuya presencia en Honduras se inició en el mes de febrero de 1978, en Roatán, Islas de la Bahía. San Pedro Sula fue la ciudad de Honduras más fuertemente afectada por el dengue. Durante el pico de la epidemia en agosto de 1978, el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud estimó que se habían presentado en esa ciudad 77,000 casos. El estudio efectuado al efecto fue realizado por personal profesional del Departamento de Microbiología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y Laboratorio Central, Ministerio de Salud Pública de Honduras, para conocer la diseminación de la enfermedad y los serotipos del dengue que estaban en circulación.

El dengue es una infección vírica transmitida por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género Aedes. Hay cuatro serotipos de virus del dengue (DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4). Los síntomas aparecen 3–14 días (promedio de 4–7 días) después de la picadura infectiva. El dengue es una enfermedad similar a la gripe que afecta a lactantes, niños pequeños y adultos. No hay ningún tratamiento específico contra el dengue. El dengue grave es una complicación potencialmente mortal, pero su diagnóstico clínico precoz y una atención clínica cuidadosa por personal médico y de enfermería experimentado suele salvar la vida de los pacientes. Más del 70% de la carga de morbilidad por esta enfermedad se concentra en Asia Sudoriental y en el Pacífico Occidental.

En los últimos años, la incidencia y la gravedad de la enfermedad han aumentado rápidamente en Latinoamérica y el Caribe. En las regiones de África y el Mediterráneo Oriental también se han registrado más brotes de dengue en los últimos 10 años. Desde 2010, también se ha notificado la transmisión indígena del dengue en Europa. Al aumento mundial del dengue han contribuido la urbanización, los movimientos rápidos de personas y bienes, las condiciones climáticas favorables y la falta de personal capacitado. Hoy por hoy, el único método para controlar o prevenir la transmisión del virus del dengue consiste en luchar contra los mosquitos vectores: el Aedes aegiptis.

Para ello hay que evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevecillos aplicando el ordenamiento y la modificación del medio ambiente; eliminar correctamente los desechos sólidos y los posibles hábitats artificiales; cubrir, vaciar y limpiar cada semana los recipientes donde se almacena agua para uso doméstico: Aplicar insecticidas adecuados a los recipientes en que se almacena agua a la intemperie; utilizar protección personal en el hogar, como mosquiteros en las ventanas, usar ropa de manga larga, materiales tratados con insecticidas, espirales y vaporizadores; mejorar la participación y movilización comunitarias para lograr el control constante del vector.

La representación de la OPS/OMS en Honduras brinda cooperación técnica y financiera a la Secretaría de Salud para el abordaje del dengue y otras arbovirosis como chikunguya y Zika. Durante los brotes epidémicos, las medidas de lucha antivectorial de emergencia pueden incluir la aplicación de insecticidas mediante el rociamiento. Se debe vigilar activamente los vectores para determinar la eficacia de las medidas de control. El Aedes aegiptis y el Aedes albopictus son los mosquitos transmisores del dengue. Los Aedes aegiptis, mosquitos hembras son la principal fuente de transmisión del dengue. Esta especie pica durante el día, con el período de alimentación más activo 2 horas antes y 2 después del amanecer y el atardecer.

El mosquito pica a una persona infectada e ingiere la sangre con el virus del dengue, el cual se incuba en el mosquito por un período de 8 a 12 días, después del cual el mosquito comienza a transmitir el virus, picando a otras personas. La persona infectada puede presentar síntomas después de 5 a 7 días de la infección. También puede ocurrir la transmisión mecánica cuando el mosquito interrumpe la alimentación en una persona infectada y pasa a alimentarse inmediatamente en un huésped susceptible. Esta forma de transmisión no requiere la incubación de virus.

Los hondureños ya conocemos los procedimientos sencillos para terminar con la presencia del zancudo transmisor que ronda nuestros hogares en comunidades urbanas y rurales, controlando la acumulación de agua en llantas en desuso, en recipientes y pilas que deben estar tapadas, practicándoles limpieza con “la untadita”, aplicando la bolsita provista por Salud Pública. Este 2020 unámonos contra el dengue.

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