La ENEE, intervención con matices de redención

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18 de enero de 2020
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12:02 am
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La ENEE, intervención con matices de redención

Condiciones esenciales de buen gobierno

Por: Aldo Romero
Periodista y catedrático universitario

Otra intervención del Ejecutivo, otro decreto de emergencia energética, otra comisión interventora y hasta ahora, las explicaciones son tan oscuras como la misma crisis a la que actualmente se ve sometida la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).

Nombrar comisiones interventoras se convirtió en una mala costumbre en Honduras, particularmente porque en estas se designan a personas que si bien es cierto gozan de honorabilidad y amplia trayectoria profesional, muchos no conocen ni son expertos en el área de crisis delegada, por ejemplo, una intervención en el sector energético requiere de la incorporación de profesionales expertos y de reconocido éxito en ese campo específico, tanto en el plano administrativo, técnico, financiero y operativo.

La problemática de la ENEE que es de carácter estructural debe enfrentarse como tal y es irrisorio pensar que el Estado como responsable principal del caos institucional, tenga de la noche a la mañana la capacidad y la eficiencia para actuar de manera responsable enfocando esfuerzos a fin de encontrar los mecanismos que permitan sanar su desorden administrativo, ofrecer servicios de calidad y beneficiar a los abonados, más pareciera una intención orientada a redimirse por los desaciertos que hoy tienen a esta empresa al borde del colapso.

Gobierno tras gobierno han sido incapaces de responder con verdaderas estrategias para el rescate financiero de la ENEE, no existe una política de Estado para la recuperación del sector, cuyas pérdidas se estiman en unos 9 mil millones de lempiras al año.

La emergencia energética en Honduras no es nueva y se agudiza con el paso del tiempo, producto de fuertes intereses económicos y políticos de grupos que han visto en este rubro un negocio en suma productivo y rentable, para salir a flote se requiere no solo el saneamiento financiero como parece ser la misión única de los interventores, es urgente trabajar según los expertos, en la recuperación de pérdidas técnicas y no técnicas, la eliminación de la corrupción institucional que ha sido ampliamente denunciada por los mismo empleados de la estatal y la aplicación de la Ley de la Industria Eléctrica.

La inmediata revisión y renegociación con las térmicas es otro punto a considerar y de manera urgente, poco más del 70 por ciento de la energía que se consume en Honduras, es producida por compañías de las que el mismo gobierno ha dicho que amarraron al país con leoninos contratos a largo plazo y obligaron a los consumidores a pagar las tarifas más altas de la región.

Está comprobado que el nombramiento de este tipo de comisiones no es la solución a problemas profundos, casi siempre las crisis postinterventoras fueron más agudas, al final pagarán los de siempre, o sea los abonados de la ENEE, que son víctimas permanentes del desorden y la falta de planificación en materia energética
Ante este panorama, y bajo la excusa de ser la ENEE una empresa cuyas pérdidas son difíciles de recuperar, pareciera que el país está a las puertas de entrar en un proceso acelerado de liberalización en la comercialización de la energía, bajo el ya acostumbrado modelo de concesionamiento, que si bien podría en alguna medida recuperar inversión, también se convertiría en un nuevo golpe económico para la mayor parte de la población.

@aldoro/[email protected]

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