¿Qué buscan los políticos en las iglesias?

OM
/
20 de enero de 2020
/
12:08 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
¿Qué buscan los políticos en las iglesias?

Por Mario E. Fumero

Se ha preguntado alguna vez ¿por qué los políticos modernos son tan propensos a visitar las iglesias evangélicas y a tener relaciones con los pastores y líderes religiosos que son reconocidos a nivel nacional?, y al visitar las iglesias ¿analizamos si ellos en realidad viven rectamente según la Palabra? ¿En realidad a los políticos modernos les gusta la espiritualidad, o solo lo hacen para ganar votos? Si examinamos sus vidas, ¿son coherentes en vivir la fe cristiana? ¿O no es más bien la iglesia un trampolín para alcanzar sus ambiciones de poder?

Tristemente en los tiempos modernos hemos visto cómo se usa la Iglesia Evangélica y la Biblia como plataforma para apoyar determinadas tendencias ideológicas y políticas, principalmente porque algunos líderes creen que a través de ello van a lograr cambiar la conducta moral del pueblo, algo utópico porque cualquier cambio interno tiene que comenzar por dentro.

Me gustaría que los políticos fueran a la iglesia para buscar de Dios, dejar el pecado, y vivir una vida acorde con los parámetros bíblicos, lo cual sería lo ideal, pero en la realidad no es así, simplemente tratan de usar algunos pastores e iglesias con el fin de fortalecer sus campañas políticas, principalmente cuando saben que la Iglesia Evangélica ha alcanzado un gran crecimiento y un protagonismo dentro de la sociedad, el cual en cierto sentido puede ser peligroso, principalmente cuando le hace juego a cualquier partido político de turno, sembrando la división entre sus miembros, que tienen diversas ideologías humanas y políticas.

Muchos aspirantes a puestos políticos son muy listos, buscan la propaganda barata y segura, y es por ello que visitan las megaiglesias para presentarse como defensores de la moral cristiana, pero detrás de toda acción, hay una intención, que es convencer a los cristianos, sin principios sólidos, para que voten a su favor, sin considerar la vida y la conducta moral y social de esos candidatos.

Siempre he dicho y he proclamado que la iglesia no debe ser una plataforma política para ninguna ideología, ya que nuestros mensajes y compromiso es cambiar al hombre, sin tratar de cambiar el sistema de forma impositiva. Nuestra misión es proclamar un reino dentro de otro reino (Juan 18:36), respetando el reino terrenal o secular dominante, sea de la ideología que sea, y orando por nuestros gobernantes, sean del tipo que sea (Romanos 13), pero manteniendo nuestra conducta dentro de los parámetros morales y éticos de la palabra de Dios.

Los pastores o líderes religiosos deben cuidarse de no dejarse usar por los políticos mal intencionados, y tratar de mezclar la luz con las tinieblas. (2 Corintios 6:14), ni caer de tontos a favor de uno u otro, porque la iglesia tiene que subsistir en todos los sistemas ideológicos y políticos, para predicar y trabajar bajo cualquier esquema existente, proclamando su verdad suprema que es el Señorío de Cristo sobre las vidas de los que se arrepienten y nacen de nuevo.

Debemos tener claro, que la iglesia no debe ser una plataforma ni política ni ideológica, y que no debemos de usar la palabra a Dios y a las profecías, como una revelación manipulativa para favorecer a un determinado candidato. Es cierto que cada pastor y líder religioso puede tener sus preferencias políticas o ideológicas como persona, o su preferencia deportiva o futbolística, pero cuando nos paramos en un púlpito, debe tenerse claro que en esos momentos somos embajadores de otro reino. (Efesios 6:20), que no es de este mundo, y que fui llamado para anunciar una esperanza en medio de la desesperanza.

Uno de los mayores daños que ha sufrido históricamente el cristianismo en el pasado es el hecho de que la iglesia y sus líderes en algunos momentos históricos se alinearon al lado de los gobiernos de turno, y la historia nos ha enseñado que tal acción ha servido de descrédito en cuanto al testimonio del cristianismo y del pastor o líder que actuó de esta manera, con lo cual descalifica con su proceder el mandato supremo de Jesucristo.

No dejemos que nos usen, ni nos prestemos por ambiciones humanas para ser presas del divisionismo político que predomina. Tengamos claramente lo que Jesús dijo, “no podemos servir a dos Señores”. (Mt. 6:24).

[email protected]
www.contralaapostasia.com

Más de Columnistas
Lo Más Visto