Fin de la MACCIH

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22 de enero de 2020
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12:02 am
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Fin de la MACCIH

Por: Rodolfo Guillermo Pagán Rodezno
Abogado y Notario
Máster en Derecho Empresarial

Cuando faltaban pocas horas para la conclusión del mandato de 4 años otorgado a la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), el gobierno de la República anunció que no se alcanzaron los consensos para la firma de un nuevo convenio con la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), alegando entre otras razones las denuncias de sectores sociales, económicos y políticos, en el sentido de que algunos funcionarios de la MACCIH, incurrieron en excesos en sus atribuciones, violentando los derechos y garantías constitucionales de los investigados así como la suplantación de facultades constitucionales.

Posteriormente la misma Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), emitió un comunicado en el que expresa que la imposibilidad de que la MACCIH acompañe y colabore con la Unidad Fiscal Especializada Contra la Impunidad y la Corrupción (UFECIC), dependiente del Ministerio Público, y órgano encargado del ejercicio de la acción pública penal, debido a la posición contraria del gobierno de Honduras en ese sentido, lo que hizo imposible la renovación del convenio que dio vida a la Misión.

De lo anterior se colige que la intención del gobierno era la de debilitar las atribuciones de la MACCIH, tomando en consideración que la labor conjunta de la misma con la UFECIC permitió la judicialización de 14 casos de corrupción, y el procesamiento de 133 personas, entre ellos varios diputados, exdiputados, funcionarios y exfuncionarios públicos, la mayoría pertenecientes al partido de gobierno, por lo que resultaba más que evidente que a los mismos no les convenía la continuidad de la MACCIH, como quedó demostrado en el informe que fue aprobado en el pleno del Congreso Nacional en el mes de diciembre del año recién pasado, en el que se recomendaba la no renovación del convenio.

En ese contexto, el Presidente de la República tuvo una oportunidad histórica para mostrarse como un abanderado de la lucha contra la corrupción y la impunidad en el país con la renovación del convenio mediante un simple intercambio de notas con la OEA, especialmente ante la reciente condena de su hermano por el delito de narcotráfico en una Corte de los Estados Unidos de América, en cuyo juicio salieron a la luz varios señalamientos contra funcionarios y exfuncionarios públicos.

Como respuesta a la no renovación del convenio de la MACCIH, el mismo Presidente de la República anunció la creación de un sistema de transparencia y lucha contra la corrupción. De igual manera el presidente de la Corte Suprema de Justicia manifestó que el Poder Judicial continúa comprometido con el fin de la impunidad.
Sin embargo, los mismos parecen olvidar que es precisamente la inoperancia de los órganos internos encargados de combatir la corrupción y la impunidad, especialmente con lo ocurrido en el vergonzoso saqueo del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), lo que dio lugar a que en el año 2015, de manera masiva la población saliera a las calles a exigir la investigación del mismo por parte de un órgano similar a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) a la que dicho sea de paso, el comediante que entonces se desempeñaba como presidente del hermano país, le dio “el tiro de gracia” al no renovar su mandato, debido a que la mencionada CICIG investigaba a familiares cercanos del mismo por su participación en actos de corrupción.

Ante lo ocurrido, diversos sectores como la empresa privada, organizaciones de sociedad civil, iglesias, han expresado su inconformidad y a la vez han exigido la continuidad de la MACCIH en Honduras. De igual forma la comunidad internacional incluyendo al Departamento de Estado de los Estados Unidos de América y senadores republicanos y demócratas han expresado su decepción ante la negativa del gobierno de Honduras de renovar el convenio para la continuidad de la Misión.

Resulta indispensable recordar que la historia de Honduras ha estado marcada por innumerables actos de corrupción, en los que se han visto involucrados miembros de los partidos políticos, militares, empresarios, los que literalmente han saqueado al país, al punto que actualmente y de acuerdo al análisis de organizaciones internacionales, el mismo es considerado como el tercer país más corrupto de Centroamérica, y uno de los más corruptos del continente, sin que los gobernantes hayan adoptado medidas reales, efectivas y contundentes para revertir esa tendencia, todo a vista y paciencia de la población, misma que ha caído nuevamente en un silencio cómplice de los corruptos, por lo que será necesario que ocurra otro grave caso de corrupción para que cese la indiferencia ante lo que ocurre.

“Todo pueblo tiene el gobierno que se merece. Cuando el rey es ignorante el pueblo acaba en la ruina, cuando el rey es sabio, el pueblo prospera”. Eclesiástico 10:2-4.

Que Dios bendiga a Honduras.

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Twitter: @rpaganr

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