Problemas legales y sociales de las caravanas sin mencionar los problemas políticos

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22 de enero de 2020
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12:01 am
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Problemas legales y sociales de las caravanas sin mencionar los problemas políticos

Por: Israel Romero Puerto
juris Doctor (jurista internacional), PhD – es un investigador científico periodista/escritor independiente.

Cuando el presidente Trump creyó que tenía bajo control las caravanas procedentes de Centroamérica, desde Honduras le sigue lloviendo sobre mojado porque ese pueblo está cansado de la corrupción, impunidad, extorsión y sicariato encima del desempleo.

La caravana que salió desde la Central de Buses Metropolitana de San Pedro, fue desmembrada en parte por la Policía de Guatemala, y por la Policía Mexicana. Sin embargo un grupo de unos mil se acercan a la frontera México-Estados Unidos. Detener su camino hacia el norte, y regresarlos a Honduras obedece al cumplimiento de leyes de los países centroamericanos, impuestas por Estados Unidos, y leyes internacionales.

El anuncio del gobierno hondureño y la OEA de descontinuar la presencia de la MACCIH podría ser retroceso en el proyecto de combatir la corrupción e impunidad. En honor a la verdad, ese organismo fue contratado para “vigilar a los demás” sin tocar a los promotores de corrupción e impunidad en Honduras. El contrato de la MACCIH especificaba que el Presidente de la República no podía ser investigado por MACCIH.

El Presidente JOH prometió que sin la MACCIH continuará el combate a la corrupción y la impunidad. No especificó si tiene un plan ni el contenido. Promesas sin proyecto, lineamientos, participantes y metas, son promesas vanas: se las lleva el viento y el pueblo se olvida por la existencia de problemas inmediatos como conseguir qué comer cada día, y protegerse ya sea del sol, de la lluvia y el frío, y de las enfermedades especialmente el dengue.

Las caravanas enfrentan el primer reto en la frontera con Guatemala porque sus miembros necesitan documento personal con foto, certificado de nacimiento, y los menores de 18 años deben portar pasaporte y permiso de salida de sus padres aun cuando el menor viaje con sus padres. Ese es requisito legal desde que existen leyes migratorias en los países del mundo, incluyendo Honduras.

Los caravaneros, si logran presentar una petición de asilo para inmigrar a Estados Unidos, ya sea en Guatemala, México o en territorio americano, tienen que cumplir una serie de requisitos, a saber: evidencia de salud física y mental, récord criminal limpio, asuntos relativos a la seguridad nacional de Estados Unidos, violaciones anteriores a la Ley de Migración o sus procedimientos, y que no se convertirá en carga pública.

Los menores que viajan en las caravanas tienen un trato diferente a sus acompañantes. Si viajan con sus padres corren el riesgo de ser separados si a sus padres les encuentran problemas de enfermedades contagiosas, récord criminal, que podrían presentar un riesgo a la seguridad nacional (USA), violaciones anteriores a las leyes de migración, o que podrían convertirse en carga pública.

Si los menores viajan solos y logran hablar con oficiales de migración, les inician el proceso de asilo mientras encuentran una familia americana que los adopte. Una vez adoptados, se convierten en ciudadanos americanos. Lo mismo ocurre si viajan con adultos que -al final- se comprueba que no son sus padres.

Un juez federal decidió una demanda presentada por defensores de los inmigrantes, dictando que el gobierno americano está obrando dentro de la ley cuando separa familias por las razones antes expuestas, porque la ley protege el mejor interés del niño. Recuerde que cuando su hijo(a) adquiere ciudadanía americana por adopción, no puede ayudar a sus padres naturales a obtener la residencia. Podrá ayudarles económicamente cuando sea adulto y trabaje por su cuenta, si el hijo desea ayudar. Legalmente no tiene obligación.

Los problemas sociales que confronta Honduras han sido puntualizados por la Universidad Pedagógica cuando estima que hay un millón de jóvenes sin trabajo en Honduras. El COHEP pide que se declare emergencia nacional por el agudo desempleo, y el ministro de Trabajo estima que el salario mínimo de Honduras es más alto que el mexicano, pero no anuncia la creación de empleos. Sin embargo México emplea actualmente muchos miles de hondureños y ofreció 4,000 empleos a los integrantes de la última caravana. Honduras tiene leyes buenas es un lindo país, pero destrozado socialmente.

Conclusión. Con todos los peligros que enfrentan las caravanas, y los tropiezos legales que llevan por todo el camino, la solución sería crear fuentes de trabajo en Honduras. El problema es que la inseguridad causada por la corrupción e impunidad dentro del gobierno, la extorsión y sicariato, ahuyentan la inversión nacional y extranjera. El futuro de Honduras es más incierto con la salida de la MACCIH y con vientos de re-elección.

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