Actos luctuosos coloniales en Honduras. 1665

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25 de enero de 2020
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12:06 am
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Actos luctuosos coloniales en Honduras. 1665

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Por: Juan Manuel Aguilar Flores

En periodo colonial los eventos a festejarse en América fueron: triunfos de guerras en suelo europeo, sucesiones al trono, nacimientos, bodas y lutos en la familia real, incluso veneración del santo o virgen del rey o reina. Debo agregar, triunfos en América contra intromisiones de otros países europeos, enemigos de España y Portugal (Gran Bretaña, Francia, Países Bajos -hoy Holanda y Bélgica-) en la región del mar Caribe. Estos eventos fueron divulgados con meses de atrasos, lo anterior estaba sujeto a la disponibilidad de naves a viajar a la América y viceversa, trayendo las alegres o tristes noticias. En el caso de lo expresado en el titular, en la correspondencia oficial venían generalmente instrucciones cómo deberían de efectuarse tales actos. En este caso particular, describo las honras fúnebres en Honduras de Felipe IV (1605-1665). Para este periodo América, está dividida en virreinatos. Centroamérica dependía del Virreinato de la Nueva España (México), con nominación de “Capitanía General de Reino de Guatemala”, en febrero de 1666, fue recibida en Comayagua -por expreso oficial venido de Guatemala- la noticia del fallecimiento del Rey Felipe IV, ocurrida el 17 de septiembre del año anterior. Las autoridades de Comayagua, acordaron hacer actos póstumos. Iniciaron divulgando la luctuosa noticia en lugares públicos mediante escritos. Planificaron con la Iglesia los actos a desarrollar. Fue autorizado gastar 400 ducados, en compras de colgaduras negras para ventanas y puertas del Cabildo, casas de los oficiales reales e inmuebles religiosos (iglesias, conventos y hospitales). Se ordenaba cubrir con telas de bayeta o de paño negro los asientos que ocuparían los oficiales reales, alcaldes, regidores, alguaciles, personas principales y desde luego los miembros eclesiásticos y en gran salón los vecinos. Los actos póstumos ese día en la catedral -para esta fecha la iglesia de “Nuestra Señora de La Merced” (Comayagua) ostentaba dicha categoría-. Los actos mencionados no solo era en la ciudad donde estaba la Iglesia Catedral, extensiva en parroquias y las ermitas de poblados muy distantes de las ciudades. Se levantaron luminarias en lugar fijado, preferentemente cerca de la Plaza Mayor, de Armas, Cabildo o Ayuntamiento. Se estipulaban los días que debía durar las manifestaciones de duelo, las actividades prohibidas a realizarlas, por lo demás, todo seguía su curso normal. Al cumplirse otro aniversario del fallecimiento del monarca mencionado, los actos fueron efectuados en la fecha marcada que ocurrió tal desenlace en España. Otro caso documentado fue la ordenanza de mayo 4, 1769, del Capitán General Vicente Toledo y Vivas ordenando : “… guardar luto por espacio de seis meses por muerte de la reina…”. Las autoridades reales que incumplieran las disposiciones luctuosas, estaban sujetos a sanciones: cárcel o azotes en la picota o en plaza pública.

Notas
-Orden para guardar luto por la muerte de la reina. Caja 197. Doc. 731. Mayo 4, 1769. ANH.
-Bando para poner luminarias en casas por las vísperas del Sr. Carlos III, Rey de España. Yuscarán, noviembre 4, 1768. Caja 207. Doc. 1038. Índice Alcaldía Mayor de Tegucigalpa, ANH.
-Vives, Vicens “Historia de España y América. Los Austrias”. Vol. III. España 1977.

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