Maratón de la muerte

OM
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25 de enero de 2020
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09:14 am
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Maratón de la muerte

 

Sam Mendes (“Belleza americana”, “Camino a la perdición”, “Skyfall”, “Spectre”), nos sorprendió nuevamente con “1917”, épico e impactante filme bélico basado, en parte, en la experiencia del abuelo paterno del director, Alfred Mendes, a partir de los momentos previos a la Tercera Batalla de Ypress, también conocida como Passchendaele, en el transcurso de la Primera Guerra Mundial (1914-1919).

 

Todo comienza en el frente occidental, cuando el general británico Erinmore (Colin Firth) encomienda a los cabos Schofield (George MacKay) y Blake (Dean-Charles Chapman), dos jóvenes soldados británicos, una misión prácticamente imposible. Deberán entregar un mensaje urgente y decisivo al coronel MacKenzie (Benedict Cumberbatch), que comanda al 2º Batallón del Regimiento de Devonshire. Para poder cumplir con su cometido deberán abandonar la trinchera a plena luz del día y avanzar por el campo francés ocupado por los alemanes.

 

Sin respiro, en una carrera a contrarreloj, los dos soldados atravesarán angostas trincheras, alambradas y campos anegados y lodosos en un entorno de muerte y destrucción, rodeado de cadáveres de hombres y animales. Solo disponen de unas pocas horas para cumplir esta heroica y a la vez suicida tarea, y evitar así a toda costa el ataque de dos divisiones inglesas a las tropas alemanas, que han fingido retirarse a la línea Hindenburg. Trampa mortal, en la cual perderán la vida unos 1.600 combatientes ingleses, entre ellos el hermano mayor de Blake.

 

1917”, es una magistral película rodada en plano secuencia entera, un encomiable trabajo de Roger Deakins, su director de fotografía, que provoca que nos involucremos de lleno en el filme siguiendo paso a paso las dramáticas incidencias de sus dos protagonistas estelares, que cargan el peso del film con gran profesionalidad. Fotografía catalogada como “pura poesía visual”, como esa maravillosa escena nocturna de la destruida ciudad de Écoust-Saint-Mein, que luce iluminada con bengalas, y al calor de las llamas tras ser incendiada.

 

Ciudad además, donde Schofield se enfrenta con un francotirador alemán, tropieza con el escondite de una mujer francesa y un bebé, para quienes deja leche que carga en su cantimplora y algunos de sus propios suministros, poco antes de escaparse de las balas enemigas y lanzarse a un caudaloso río que lo llevará al bosque donde acampa el regimiento que busca, mientras apreciamos las flores de cerezo cayendo en el agua, y Schofield nada aferrado a un tronco intentando alcanzar la orilla en medio de cadáveres putrefactos.

 

Ni qué decir tiene su asombroso nivel técnico, aprovechando al máximo todos los medios posibles, pues como lo destaca la crítica, se trata de “un trabajo asombroso, jugando con una cantidad cromática, tanto en interiores como exteriores, de una calidad extrema. Su montaje, que corre a cargo de Lee Smith, su sonido, sus efectos especiales… todo está medido y con el fin de deslumbrar al espectador”. Se suman a ello, su dirección artística, maquillaje, y el ritmo orquestal de Thomas Newman, acompañando los momentos climáticos y los de mayor tensión.

 

Ello incluye, secuencias totalmente envolventes, crudas y realistas, como observar los muertos atrapados en las alambradas, o en el fango  de una tierra sin dueño, las ratas y pajarracos dándose un festín devorando los cuerpos inertes, o bien, la muerte y desolación en las trincheras combatientes que evocan a “Senderos de gloria” de Kubrick, de la que toma probablemente, recursos estilísticos como los travellings usados en estas fortificaciones cavadas en el suelo con soldados que mantienen líneas estáticas.

 

¿Cómo la califica la crítica? “Visualmente asombrosa (…) Esto es cine virtuoso”. Richard Lawson. Vanity Fair. “Uno de los mayores logros técnicos del año (…) Es una obra cinematográfica impresionante”. Peter Debruge. Variety. “Mendes representa la 1ª Guerra Mundial como nunca la hemos visto antes: horrible y hermosa, inmersiva y distante, inmediata”. Jim Vejvoda. IGN     . “Una obra fascinante y evocadora que seguramente cambie la manera en la que se graban las historias de guerra y cómo procesamos sus lecciones un siglo después”. Scott Mendelson. Forbes.

 

“Obra maestra. Una película sorprendentemente audaz; tan estimulante como una película de atracos y tan perturbadora como una pesadilla de ciencia ficción”. Kevin Maher. The Times. “Mendes, para transmitir esta historia de miedo, de barro y mugre, ha inventado un impresionante lenguaje con su cámara…película angustiosa y sorprendente”. Luis Martínez. Diario El Mundo.

 

Finalmente señalar, que entre sus merecidos premios recibidos hasta ahora, debemos destacar que fue la gran sorpresa en la pasada entrega de los Globos de Oro, donde se impuso a dos pesos pesados: “Joker” y “El irlandés”, además de vencer a “Historia de un matrimonio” y a “Los dos Papas”. Y Sam Mendes fue reconocido como Mejor Director. “1917”, se llevó también el premio a la mejor película en los galardones del Sindicato de Productores (PGA, en inglés).

 

Y de cara a los Oscar, cuenta con 10 nominaciones: Mejor Película, Dirección, Guion Original, Fotografía, Diseño de Producción, Banda Sonora Original, Montaje de Sonido, Mezcla de Sonido, Maquillaje-Peluquería y Efectos Visuales, y 9 nominaciones a los Premios BAFTA. Sin duda, “1917”, es mi gran apuesta al Oscar.

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