El Piligüin, florida aldea “cuna” de la Virgen de Suyapa (Video)
Esta imagen de la Virgen de Suyapa permanece en un altar que fue construido en su honor, en la aldea El Piligüin.
Por: Carolina Fuentes
Fotos: Omar Banegas
En una aldea repleta de flores, rodeada de verdes montañas, junto a un manantial de agua cristalina, fue hallada en 1747 la Virgen de Suyapa.
Luego que la “Morenita” fuera declarada patrona de Honduras, en 1925, por el pontífice Pío XII, dos iglesias se construyeron en su honor: una ermita en la aldea de Suyapa, que comenzó a edificarse en 1789; y más tarde la basílica de Suyapa, en Tegucigalpa, que se concluyó a finales de 1950.
Ambos templos ahora son las sedes de la celebración del Día de la Virgen de Suyapa, el 3 de febrero de cada año. Sin embargo, ¿qué fue de esa comunidad, cuna de la fe en la Madre de Dios?
Fue la aldea de El Piligüin, ubicada en el Distritro Central, donde el campesino Alejandro Colindres y un niño de ocho años encontraron a la Virgen hace 273 años.
UNA HISTORIA IMBORRABLE
El jardinero Miguel Ángel Sánchez Sauceda relata que “este señor Colindres era labrador de por acá y de allí le tomó la noche, se puso a descansar y empezó una piedrecita a molestarlo, y ellos se la quitaban, la tiraban, hasta que por último le pusieron atención”.
Sánchez agrega que “la piedrecita la guardaron en una alforja y se la llevaron para la aldea de Suyapa. Allá vieron que era la Virgen y de ahí la emoción de la gente… en la aldea El Piligüin ella no quiso quedarse, porque fue hallada por esas personas, ella quería estar allá”.
Aunque la “Virgencita” ya tenía dos iglesias, los habitantes de El Piligüin le construyeron un altar, en 1987, justo en el lugar donde aquel labrador la encontró.
Las devotas Adelfa Pitsikalis, Elvia Lanza y Dominga de Elvir unieron esfuerzos para hacer posible esa obra que atesora una imagen de la Virgen, la cual todo el año pasa adornada con las flores que se cultivan en la localidad.
Hace unos años, junto al monumento se edificó la ermita de Suyapa El Piligüin y ahí permanece aún un naciente de agua, que, según los aldeanos, nunca se seca pese a la falta de lluvias.
Sánchez cuenta que “a la comunidad le llamó la atención más que todo el pocito que tenemos aquí, es un agua tan dulce que es permanente, desde que la Virgencita fue hallada aquí, ese pocito jamás se seca”.
FLORES PARA SUYAPA
Las flores son para los pobladores de El Piligüin su principal rubro económico y por eso los festejos alusivos al Día de la Virgen de Suyapa hace que preparen con tiempo arreglos florales que luego son vendidos en Tegucigalpa, a miles de feligreses que acuden a la fiesta religiosa.
El floricultor Celestino Rodríguez Ponce expresa que “aquí, desde que yo era niño, se cultivan las flores, las que más se cultivan son los crisantemos, aster, claveles… Es muy difícil porque a las flores las atacan las plagas y las enfermedades, uno tiene que lidiar con todas esas cosas”.
En los viveros de la aldea, desde tempranas horas, vendedores y campesinos se esmeran en elaborar arreglos florales coloridos que tienen bastante demanda entre los fieles católicos que los llevan como ofrenda para rendirle gracias a la “Virgencita” por algún milagro.
Rodeada de baldes repletos de flores rojas, blancas, celestes, amarillas, entre otras tonalidades, la vendedora Lilliam Rodríguez toma un manojo de varias especies, las envuelve en plástico y luego en papel periódico, listas para ser distribuidas en Tegucigalpa.
¿Se venden más las flores para el Día de la Virgen?, se le consulta a la emprendedora, quien afirma que “sí, se venden, por ejemplo, estos ramitos así, combinaditos, los buscan bastante, porque llevan de todo tipo de flor y es accesible el precio”.
Cada ramo se vende a un precio de “70 lempiras el ramo grande, los combinados le cuestan 60, lo menos 50 lempiras. Nosostros estamos ubicados en la Feria del Agricultor, en el estadio, viernes y sábado, y también estamos en la entrada del cementerio de Suyapa”.
SÍMBOLO DE IDENTIDAD
¿Por qué la Virgen de Suyapa ha permanecido en el corazón de los hondureños por más de dos siglos y medio? El historiador del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, Nelson Carrasco, manifiesta que los “catrachos” del ayer se identificaron con la “Morenita” por el color de su piel.
“La gente sentía mucho acercamiento por la Virgen de Suyapa porque era morena y en la época colonial se presentaban santos con muchos atributos europeos; como era una Virgen morena, los indios de Suyapa se identificaban con ella”, dice Carrasco.
El historiador agrega que “la Virgen de Suyapa es uno de los elementos que más definen la identidad nacional, una persona puede ser atea o de otra religión, pero si anda en otro país y ve a la Virgen de Suyapa, de inmediato lo identifica con Honduras”.
Sin importar su religión, a los pobladores de El Piligüin les llena de orgullo que su aldea haya sido el escenario de una experiencia espiritual que le daría un giro a la fe de los hondureños: el hallazgo de su santa patrona.
