Aves de mal agüero

OM
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4 de febrero de 2020
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12:43 am
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Aves de mal agüero

Las alianzas: ¿una espada de Damocles?

Por Boris Zelaya Rubí

Se les dice así a aquellas personas que traen consigo la mala suerte y son pesimistas. Son esas personas que tienden a pronosticar desastres de forma permanente o que exponen un evidente pesimismo en determinadas situaciones. Así se les llama a quienes piensan todo de manera negativa, es decir que te dicen que para qué harás algo si eso no se te dará como quieres.

Los políticos y activistas asalariados, se han dado a la tarea de transmitirle al pueblo en general, en forma tendenciosa e irresponsable, noticias incendiarias que pueden afectar la mentalidad de aquellos que apenas han cursado los estudios primarios, aseverando que somos el país más violento del continente. Divulgan cifras inventadas del número de muertos diarios y mensuales, culpando de todo al gobierno de la República, como el gran causante de todos los males. Son perversos, capaces de todo para satisfacer a sus benefactores y garantizarse el futuro, según ellos si sus grupos o argollas llegarán por una gran suerte, a ocupar el poder de la nación.

Algunos “comunicadores” llenan con falsedades el pensamiento político de los jóvenes, utilizando un lenguaje propio de los “pateros” del Chiverito sin que el Colegio de Periodistas o la institución estatal correspondiente les imponga una multa, no alcanzando a comprender el daño que ocasionan al prestigio del país y a las reputaciones personales.

Los iluminados como se les llama a aquellos que diariamente hasta se atropellan por estar presentes en cualquiera de los medios informativos y trasladarle a sus lectores u oyentes sus ideas que de originales no tienen nada, son financiados en su mayoría por ONG’s y a lo mejor por algunos países con los que comparten ideologías. Muchos de ellos han ocupado cargos en algún gobierno y según ellos son los poseedores de la única solución para sacar a los hondureños de la pobreza, por supuesto generando en la población odio hacia el gobierno actual y en contra de los guardianes del orden. En política ¡nadie hace nada por nada! Y para tener esa rutina diaria han de estar muy bien pagados o a lo mejor sueñan con regresar de nuevo a un cargo gubernamental que les permita continuar “ahorrando” para su vejez y su descendencia.

Un político ha llegado al colmo por sus ambiciones, de ofrecer a los militares “depurados” y a los “tirapiedras y saqueadores” como presos políticos, que tendrán de nuevo sus empleos y los otros que obtendrán su libertad. Hace poco un noticiario televisado que se manifiesta ante el público lleno de odio y con un lenguaje soez, se burlaba de los militares en una ceremonia de ascenso, sin prestar atención cuando el mandatario dijo: que los guardianes del orden por las mañanas se despedían de sus familiares con un beso, ignorando si por cumplir con su deber regresarían a su hogar. Al final todo resulta en jugadas sucias que destruyen las instituciones, afectando la plataforma social en que se desenvuelve el país.

Las aves de rapiña o “lame orejas” han iniciado sus rondas alrededor de las cúpulas presidenciales, con el único fin de sacar el mayor provecho para sus intereses y sin olvidar entre sus cálculos lo efímero que es el poder.
Los hambrientos “todólogos” se convierten en “aves de mal agüero” rogando a todos los santos que el actual gobierno no tenga éxito en sus gestiones que beneficien al pueblo ¿será que están a favor del crimen organizado? o ¿reciben ayuda de los traficantes de drogas? Solo eso nos faltaría, que los genios sean “mafufos”. Una cosa es libertad de expresión y otra es la incitación a la rebelión, ¿hasta cuándo seguiremos tolerando a los sembradores de odio?

De rodillas solo para orar a Dios.

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