Asfixiante tráfico vehicular pone locos a los hondureños

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8 de febrero de 2020
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12:01 am
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Asfixiante tráfico vehicular pone locos a los hondureños

Por: Carlos Medrano
Periodista

El asfixiante tráfico vehicular, por lo menos en la capital hondureña, pone de correr a cualquiera, estresa al más relajado ciudadano y hace perder tiempo y dinero a una población que se mira “atorada” por donde se dirija en sus estrechas calles.

Si un economista, de esos que les gusta la investigación, hiciese un trabajo de cuánto dinero se pierde diario producto de este “enloquecedor” tráfico, estamos seguros de que la clase gobernante y los empresarios ya estarían alarmados por el derroche de combustible pagado en dólares, moneda referente que nos cuesta reproducir.

Esta epidemia vial tiene una difícil solución en Tegucigalpa, ya que la ciudad no fue diseñada con las previsiones y cuidados del caso, nada que ver con San Pedro Sula, por ejemplo, que aunque en horas pico ya se registran congestionamientos severos, sus calles son amplias y permiten un mayor tránsito de vehículos al mismo tiempo.

Aunque el alcalde “Tito” Asfura ha desarrollado una infraestructura vial sin precedentes en la historia capitalina, en Tegucigalpa ya deberíamos estar considerando el “Hoy no circula”, como una medida de emergencia que nos permita vivir civilizadamente.

En México, una sociedad más desarrollada que la hondureña y con congestionamientos más severos debido a su desarrollo, ya se implementó este tipo de medidas, que, aunque no son populares, han servido para continuar viviendo en un país altamente contaminado.

Otra solución urgente es implementar a la brevedad del caso, el Trans 450, que aunque para muchos sea considerado un enorme acto de corrupción y mal gobierno municipal, necesitamos urgentemente un transporte masivo seguro, que nos traslade de un lugar a otro, sin mayores contratiempos.

Con un transporte masivo bien concebido y diseñado, nos permitirá a los capitalinos dejar nuestro vehículo en nuestro parqueo sin ningún problema y viajar por este transporte.

Otra medida que podría ayudar es diferenciar los horarios de la burocracia estatal, que inunda la capital de la República y que pronto estarán “amontonados” en un lugar inadecuado como el que se escogió y designó para construir este Centro Cívico Gubernamental.

Por ejemplo, deberían haber horas de entrada a las 6, 7 y 8 de la mañana y 4, 5 y 6 de la tarde sus horas de salida, privilegiando el horario normal, o sea de 8 a 5, a las instituciones que prestan un servicio público.

Otra medida con carácter de urgente es el poner orden en el servicio de transporte público actual, cancelar la licencia a un atajo de “salvajes” que manejan buses y taxis y que provocan accidentes todos los días en todas las ciudades, pueblos y caseríos de Honduras.

Se detienen donde les “ronca” la gana, no les importa parar a media calle para dejar o levantar pasajeros, no ponen la vía y no tienen ni el mínimo respeto por sus semejantes… eso son la mayoría de los conductores de los famosos “rapiditos”.

Son pequeñas recomendaciones para la burocracia del nuevo elefante blanco denominado Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT), que vayan implementando medidas que mejoren el tránsito de las grandes ciudades, ya que este fenómeno podría agravarse y convertir las calles y carreteras del país en un manicomio.

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