“Miami”, el maletero más famoso y longevo de Toncontín (Vídeo)

ZV
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8 de febrero de 2020
/
12:31 am
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“Miami”, el maletero más famoso y longevo de Toncontín (Vídeo)

El maletero más famoso y antiguo del aeropuerto internacional de Toncontín se llama Rolando Velásquez Rodríguez, pero todo mundo lo conoce como Miami, un alias que le clavaron unos gringos allá por los años ochenta cuando repartía los periódicos, El Miami Herald y el USA Today, en los hoteles capitalinos. No fue fácil contactarlo por diversas razones, pero accedió gustosamente a la entrevista en una cafetería de la terminal área donde todo el que entra y sale lo saluda por su apodo. “No me molesta que me digan ‘Miami’, más bien así me presento con la gente y les digo que mi apellido es Chicago”, dice entre risas que más bien parecen muecas. Tiene 53 años pero parece un hombre jubilado. Su amistad con el trago le pasó la factura. En su vida no ha hecho otra cosa que llevarles las maletas a los pasajeros, muchos de la crema y nata de Tegucigalpa. “Es un trabajo de mucha confianza y de respeto”, dirá más adelante. Habla suave como evitando que no le escuchen algunos conocidos. “Es que hay muchos chismosos aquí ”, señala. Toma el desayuno con hambre y entre bocados y sorbos pequeños de una gaseosa, comienza su historia.

¿Cómo se llama?
Me llamo Rolando Velásquez Rodríguez (y acto seguido muestra su tarjeta de identidad muy arrugada) pero nadie me conoce por ese nombre porque todos me dice “Miami”.

¿Y por qué le dicen “Miami”?
Es que unos gringos de American Airlines me decían así porque repartía los periódicos , Miami Herald y el USA TODAY, que traía Sahsa, en los hoteles de Tegucigalpa.

¿Qué hoteles?
Holliday Inn, Honduras Maya, La Alameda, pero después dejaron de traerlos. Primero los traía Sahsa y después American. Yo los repartía en una moto o a veces en una cucarachita.

¿Cuándo llegó al aeropuerto?
Llegué a los 14 años. Yo soy de Tegucigalpa, nací en el Hospital San Felipe. Y he vivido en varios lados.

¿Cómo llegó?
Por un amigo ingeniero. Vivía en Loarque y me pidió que le ayudara con las maletas. Así me fui quedando poco a poco, como cuando un animal llega a un lugar y le va gustando. Así me pasó a mí y me fui quedando. Ya van 43 años.

¿Qué hacía en los primeros días?
Lustraba zapatos y lavaba carros. Después me llamaron de la línea aérea Isleña, luego pasé a Sosa y Atlántida, cuando estaba Sahsa.

¿Se quiso ir para Estados Unidos?
En algún momento, unos viejitos que encargaban el periódico me llevaban pero no quise dejar sola a mi mamá.

¿A cómo estaba el dólar en ese tiempo?
Al dos por uno. A mí me daban tres dólares por ese trabajo. Los viejitos murieron.

¿Cómo era esta zona en ese tiempo?
Todo era monte, estaba un aserradero que el dueño era un cubano de apellido Lamas, picarito ese maistro. El aeropuerto era pequeño, solo estaba Sahsa, Lanhsa y Taca, entraban en la tarde se iban en la mañana. Era solo aquí?

¿Cómo llegaba aquí?
Me venía a pie, no había buses para aquí, después costaba 20 centavos el bus. Ahora todos esos buses desaparecieron.

¿Cuántos maleteros quedan de su tiempo?
Solo hay uno, todos murieron.

Ahora veo que andan uniformes los maleteros y tienen asociación, ¿usted pertenece a esa asociación?
No, hay que pagar para entrar ahí. Es una argolla, solo familias.

Una amable mesera le trae el desayuno con huevo frito, frijoles, plátano, aguacate y queso, y tortillas, ‘Miami’ come sin preocupación, a veces, la mirada se le pierde a través del cristal de la ventana.

¿A quiénes conoce de esos pasajeros famosos?
A muchos, Adolfo Facussé, el presidente Carlos Flores, sus hijos Carlitos y Lizzy. Micheletti, Juan Orlando, muchos diputados como ‘Fito’ Irías y ese que dice “me la pela”, que se llama Óscar Nájera de Colón, esos viejos son fieras.

¿Tiene hijos?
Me junté a los 25 años pero me separé de mi mujer, tenemos dos hijos. Ahora vivo con mi hermano.

¿En qué aerolíneas se lleva?
Me llevo en las locales, a las otros no voy porque tengo que pagar para entrar en esa asociación.

¿Dan buena propina?
Pues uno se rebusca con 20 pesitos, pero a mí me buscan y me recomiendan porque saben que soy muy honesto. Aquellos cobran de 20 dólares en adelante.

¿Se le ha perdido alguna maleta?
No, soy muy responsable en mi trabajo. Es un trabajo de confianza y respeto.

¿Y en el aeropuerto se han perdido maletas?
Sí, hombre, pero eso es en bodega.

¿Es cierto que abren las maletas?
Antes se daban más casos pero en bodegas, cuando las bajaban del avión, pero ahora hay muy mucha vigilancia.

¿A qué horas llega y se va?
Vengo a las 4:00 de la mañana y me voy a las 11:00 de la mañana. A veces me quedo lavando carros.

¿Le gusta estar aquí o ha pensado irse?
Depende, si hallo otro trabajito lo pensaría, pero la verdad no me quiero ir de aquí, hasta que Dios me lleve.
Repentinamente, “Miami” comienza a llorar como niño. Deja de comer. Se limpia las lágrimas con las manos y trata de tranquilizarse. Un poco recompuesto, se echa otro bocado. “La gente me dice que solo falta que traiga la cama para aquí”, dice.

¿Qué presidente le ha gustado?
Azcona no me gustó porque permitió que se llevaran a Juan Ramón Matta, pero no se lo llevaron por aquí sino por Palmerola. Era un hombre bueno, le daba pisto a la gente en la colonia Los Ángeles. Mi hermana iba a traer y eran colas de gente, me contaba. Yo no lo conocí, solo al hijo “Monchito” Matta y las hermanas, una de ellas estuvo casada con “Moncho” Romero, aquel que fue jefe de Migración.

¿Qué presidente viajaba más?
Todos viajan pero creo que ‘Pepe’ Lobo viajaba más.

¿Se acuerda del accidente de Sahsa?
¡Cómo no! Murió mucha gente que yo conocía. Ahí comenzó el cierre de Sahsa. Venía de Miami, viajaba a México, Belice, Panamá.

¿Está de acuerdo que cierren el aeropuerto?
Claro que no. “Mel” Zelaya lo quiso cerrar pero no le dio tiempo porque Micheletti le dio golpe de Estado. Ese Micheletti ya días quería banquear a “Mel”.

¿Se va ir cuando abran Palmerola?
No, se supone aquí solo será para vuelos privados o locales, aquí me quedo. Muchos pasajeros me dicen qué será de mí, pero yo les digo que aquí me muero.

¿Cómo está de salud?
Muy bien, gracias a Dios.

¿Ha aprendido algunas palabritas en inglés con sus amigos gringos?
Me defiendo, cuando me dicen “hello, “Miami”, yo les respondo, “nice to meet you”. O cuando me preguntan “what happen”? Yo les respondo “Y have hungry”. Y me invitan a comer.

¿A qué empresario famoso le llevó las maletas?
A don Óscar Kafati, el dueño de Café Indio, a su hermano don “Chuy”. También a su hijo Oswaldo, el dueño del Espresso Americano.

¿Alguna vez se subió en esos aviones?
No. Una vez me llevaron a Puerto Lempira pero me zumbaron los oídos. No me volví a subir.

¿Lo han querido correr?
Hay mucha gente envidiosa en todos lados, pero la verdad que nadie se mete conmigo porque yo soy muy respetuoso, no me meto con nadie. A los malcriados, nadie los quiere.

¿Y ha entrado en ese salón diplomático?
No, hombre, ahora le dicen VIP, pero es la misma cosa, solo fieras pasan por ahí, solo grandes, un gato como yo no entra ahí.

¿Está de acuerdo cuando la resistencia se viene a tomar el aeropuerto?
Como voy estar de acuerdo, no mira que ese día no trabajamos. Pero la verdad es que yo soy más nacionalista.

¿Cómo pasó el huracán Mitch?
Fueron días complicados porque cerraron el aeropuerto pero los amigos me apoyaron. Después, yo quedé ayudando en los aviones que traían las donaciones y ayudas de todo el mundo.

¿Es cierto que este aeropuerto es peligroso para aterrizar?
Mire, la verdad que solo hubo tres accidentes pero fue por culpa de los pilotos que no conocían la pista. Primero fue aquel avión Hércules de las Fuerzas Armadas, después el de Taca y por último un jet privado, pero la verdad que fue culpa de los pilotos. En el de Taca murió el presidente del BCIE, yo lo conocía.

¿Cómo se lleva con los periodistas?
Son tranquilos, conozco a Melvin Pagoada, Óscar Morán, Murillo y al “Washo”. A los nuevos casi no los conozco porque hay unos que andan con una grabadora pero no son periodistas.

¿Y a esos personajes que entrevistan es que van de viaje?
Mentiras, la mayoría viene solo a que los entrevisten y después se regresan. Nunca viajan y hacen cola para que los entrevisten.

¿Hay personajes que se esconden de los periodistas?
‘Fito’ Irías es uno de ellos, se hacen que van hablando por teléfono. Había un alcalde de La Ceiba que salía con el teléfono pero los periodistas le decían “dejate de pajas no vas hablando con nadie, no nos des entrevistas pero no nos estés inventando”.

¿Trabajó en otra cosa?
En Mármol de Honduras pero no me gustó. Era operador.

¿Fue a la escuela?
Fui pero no aprendí a leer ni a escribir. Es que la verdad que me salía todos los años.

¿Y puede contar?
Para eso sí soy tigre.

¿Usa teléfono?
No lo ocupo, además me lo pueden robar tanto pícaro en la calle, hay gente que me ofrece un celular pero yo les digo que no.

¿Siempre se echa sus tragos?
De vez en cuando (se ríe), seguro ya me ha visto por eso me pregunta, va.

¿Ha pensado dejar la bebida?
Muchas veces, pero que desde que murió mi mamá quedé destrozado, es algo horrible. Si usted tiene su madre y su papá vivo, dele gracias a Dios.

¿ Qué tal lo tratan los de migración?
Son muy tranquilos, me conocen, me llevo bien con don Mario que es el jefe actual y con Edil.

¿Qué equipo es usted?
Soy Motagua, desde los tiempos de don Pedro Atala.

¿A qué futbolistas les ha ayudado con las maletas?
A varios pero siempre quise conocer a Amado Guevara y a Emilio Izaguirre, solo los veo por la tele.

¿Y a qué otros presidentes conoció?
Todos pasaron por aquí, pero conocí a Suazo Córdova, ahora quien pasa es el hijo, un panzón grandote, que se parece al tata, a pesar que nació por fuera.

¿Va a la iglesia?
Una vez fui a Amor Viviente pero me retiré porque uno de los hermanos me miraba mal solo porque no andaba corbata.

¿Y las discos?
Sí, pero más que todo a mí lo que me gustan son esos grupos del “churrunchunchun” (de cuerda). Antes iba a Yaguacire pero ya no voy porque me pueden poner el balde, se ha arruinado ese pueblo.

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