Vicarios de Cristo

OM
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8 de febrero de 2020
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12:54 am
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Vicarios de Cristo

La figura del Obispo de Roma ha sido un tema central y colateral de muchísimas películas y miniseries. Una de las últimas que recuerdo con agrado e interés es “Habemus Papam”, dirigida por Nanni Moretti (“La habitación del hijo”), en 2011, que cuenta la historia de un cardenal de bajo perfil (encarnado por Michel Piccoli), quien es electo, contra sus deseos como el nuevo Papa.

 

“Paralizado por el pánico, el pontífice se niega a saludar a la multitud que aguarda en la Plaza de San Pedro, lo que requiere la intervención de un terapeuta (interpretado por el propio Moretti) que obliga a los cardenales a no abandonar el conclave. Incluye memorables escenas en las que, para matar el tiempo, los purpurados juegan al voleiboldetrás de los muros del Vaticano, mientrasse escucha la voz de Mercedes Sosa cantando “Todo cambia”.

 

Hoy nos llega el filme “Dos Papas”, de Fernando Meirelles (“Ciudad de Dios”, “El jardinero fiel”, “Ceguera”) una controversial película basada en supuestos hechos reales que cuenta las conversaciones mantenidas entre el, por aquél entonces, papa Benedicto XVI(golpeado por los escándalos que han salpicado a la iglesia, y sus propias dudas) y el cardenal Jorge Mario Bergoglio meses antes de la renuncia del primero y de que el segundo fuera nombrado Sumo Pontífice bajo el nombre de Francisco I. Todo inicia en el año 2012 cuando el cardenal argentino, frustrado por el rumbo que han tomado las cosas eclesiales, solicita permiso al papa Benedicto para retirarse como arzobispo de Buenos Aires.

 

En lugar de dárselo, le convoca para una serie de encuentros privados donde, al abrigo de los muros del Vaticano y los esplendorosos jardines dela residencia papal de Castel Gangolfo, discuten sobre tradición y progreso. “En ellos, Benedicto le confesará a su crítico y futuro sucesor un secreto que hará temblar los cimientos de la institución: su renuncia al papado.De este modo, tradición y modernidad, culpa y perdón se enfrentan en una película donde estos hombres tendrán que confrontar sus pasados y profundas diferencias para diseñar un futuro común para miles de millones de fieles”. (https://www.guiadelocio.com/).

 

Diario “El País” de España, citando a Meirelles dice: “Toda la historia está basada en una profunda investigación, en entrevistas, en libros, sus sermones. Incluso algunos de sus discursos se transformaron, palabra por palabra, en diálogos.Detalles como el gusto de Benedicto por la Fanta o la pasión de Francisco por el fútbol y, sobre todo, por el club del San Lorenzo, son hechos reales que han contribuido a dar veracidad a una película que recrea lo que pudieron ser esos encuentros y la relación entre los dos papas”.

El filme no deja por fuera la recreación de uno de los mayores escándalos del catolicismo en décadas: los llamados Vatileaks. “Se trata de una serie de documentos secretos que se filtraron a la prensa en 2012 y que daban cuenta de la corrupción, los chantajes y escándalos sexuales dentro de la Iglesia y en especial, dentro del Banco Vaticano. Como cuenta el filme, fue el propio mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, quien filtró buena parte de los archivos y, según algunos vaticanistas, podría haber sido una de las causas que llevaron al papa a replantearse continuar frente a la Santa Sede”.

En cualquier caso, la película se apoya en un extraordinario duelo interpretativo entre dos leyendas del cine: Anthony Hopkins (“El silencio de los inocentes”, “Leyendas de pasión”, “Hitchcock”), como Joseph Ratzinger/Benedicto XVI, y Jonathan Pryce (“Brazil”, “La buena esposa”, incluso compuso otro personaje emblemático para Argentina, Juan Domingo Perón en el musical “Evita”), como Jorge Mario Bergoglio/Francisco I, quienes representan a dos líderes de la Iglesia católica con visiones opuestas de la fe. “La mirada conservadora del alemán versus el punto de vista más elástico del sudamericano, confluyen en este film centrado casi en exclusividad entre los diálogos e intercambio de opiniones de ambos”. (www.contextotucuman.com).

 

“Mientras que Benedicto XVI cree que la palabra de Dios es absoluta y que no cambia, y que la iglesia católica debería ser más que menos tradicional, Bergoglio insiste en que deben sumergirse en las vidas de los menos privilegiados y marginados socialmente para llevar de verdad la obra que Dios quiere que lleven, y que la reforma es inevitable siguiendo los escándalos bancarios y los casos de abuso infantil que la iglesia había intentado ocultar”. (https://www.ecartelera.com/).

 

Por otro lado, a través de las confesiones de Bergoglio al Papa Benedicto, asistimos vía la implementación de varios flashbacks, a rememorar momentos importantes en la vida de Francisco en Buenos Aires, como cuando percibió un llamado al sacerdocio y a los jesuitas, además de surelación sentimental y posterior ruptura con otra joven de su edad. Capítulo en el que es interpretado por el actor Juan Minujín (“El Marginal”, “100 Días para enamorarse”).

 

Asimismo, se retrata la historia de los últimos 40 años en Argentina, particularmente a la era de la dictadura militar que encabezaba el general Videla.Época turbulenta en la que se afirma que Jorge Mario Bergoglio vivió una situación extrema con dos compañeros jesuitas (Francisco Jalics y Orlando Yorio), al ser estos secuestrados y torturados por las fuerzas paramilitares. “En este sentido la película de Meirelles muestra el vínculo del ahora Papa con Eduardo Massera y la acusación que recibió de parte de sus pares, de ser un colaborador del régimen. Pero también nos acerca la idea de que el entonces sacerdote quiso salvarlos, pero sus compañeros lo desoyeron”. Sin duda, una polémica e interesante película que goza de un espectacular duelo interpretativo que es a mi juicio, su gran sustento cinematográfico, en medio de un guión sólido y atrevido, que no habrá de dejar indiferente a nadie.

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