El fenómeno del suicidio

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9 de febrero de 2020
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12:07 am
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El fenómeno del suicidio

Por: Dagoberto Espinoza Murra

Según el diccionario de la Real Academia Española el suicidio se define como: “quitarse voluntariamente la vida”. Pero este acto no es tan sencillo como se puede desprender de la definición; hay que considerar las razones que conducen al suicidio; enfermedades que lo precipitan y entorno social que lo condicionan.

Por mucho tiempo se le consideró como un pecado por la iglesia; tanto es así: que los despojos del suicida no tenían cabida en el camposanto. Con el avance de las ciencias este dejó de considerarse un simple pecado, sino más bien el resultado de muchos factores que poco a poco se han ido dilucidando.

Hasta hace algún tiempo era el médico legista quien era llamado para dar fe de que se trataba de un suicidio y las autoridades del campo judicial investigaban si se trataba de un acto personal o si había factores extraños que hubieran dado como resultado la muerte del occiso.

En Honduras, igual que en otros países es el psiquiatra quien es llamado con frecuencia para atender a las personas que han hecho algún intento de suicidio y este después de cuidadoso estudio del caso considerará si se trata de una patología que corresponde a su especialidad (depresión, esquizofrenia y otras), así como instituir un tratamiento para mejorar los síntomas que precipitan esa toma de decisión; así como recomendar a los familiares tomar las medidas conducentes para evitar que se concrete el acto. Pero la psiquiatría, como otras ramas de la medicina, solamente puede beneficiar a quienes adolecen de un trastorno que corresponde al campo de esa especialidad. Repetimos, depresión; trastorno bipolar; esquizofrenia paranoide y consumo de sustancias psicoactivas, entre ellas, la cocaína.

En nuestro país ha sido el doctor Américo Reyes Ticas, distinguido psiquiatra quien coordinó por muchos años el postgrado de psiquiatría de la UNAH. Este profesional tiene un estudio que debería ser conocido por profesionales y estudiantes del área de la salud, se titula “Suicidios e intentos de suicidio”, mismo que fue presentado al Congreso Latinoamericano de Psiquiatría (APAL), en noviembre de 1994 y publicado en la revista Argentina de Psiquiatría Biológica ese mismo año.

De este trabajo compartiremos con nuestros lectores algunas referencias importantes: “Sujeto suicida- alguien que se suicida, que intenta suicidarse sin éxito, que amenaza suicidarse, que demuestra ideas suicidas o que presenta conductas autodestructivas. Desde el punto de vista clínico, continúa diciendo el doctor Reyes, es valedero considerar el suicidio o mejor dicho la conducta suicida como un continuo que va desde la idea de suicidio hasta la consumación del acto”. Son muy importantes estos datos: la idea suicida está presente en por lo menos el 15% de las mujeres suecas y el 22% reveló sentir futilidad de la vida. El 12% de los estudiantes egipcios reconocieron haberlas tenido durante el año anterior al estudio que se practicó y el 16% de jóvenes alemanes entre 12 y 24 años de edad, aceptaron haberlas tenido alguna vez.

Otros estudios señalan que no debemos ser indiferentes a la ideación suicida de un familiar o amigo, pues como se dijo antes esto seguirá, sino se toman medidas oportunas hasta la consumación del suicidio. Por muchos años se decía que el que suicida no lo anuncia, falsa apreciación pues los suicidas han expresado ideas de quererse quitar la vida o algún intento para lograrlo.

“Se considera, seguimos leyendo el trabajo del doctor Américo Reyes, que del 98 al 99 por ciento de los suicidios son cometidos por personas que se encuentran clínicamente enfermas: la mitad por lo menos ha sufrido un trastorno afectivo de tipo depresivo; la cuarta parte son alcohólicos y el resto está representado por enfermos psicóticos, sobre todo esquizofrénicos o neuróticos graves. Pero también por enfermos orgánicos que han sufrido trastornos afectivos secundarios ha su enfermedad”.

Hasta hace algún tiempo en Honduras se registraban 3 suicidios por 100,000 habitantes. Actualmente, el número ha subido a 5 por la misma cantidad de habitantes. Esto, posiblemente, nos dice el autor del trabajo arriba mencionado, se debe a los factores socioeconómico que estamos viviendo en el país. Excitamos al doctor Américo Reyes y a otros colegas para que continúen estudiando los factores de mayor riesgo en este penoso fenómeno. Y, al primero, le sugerimos publicar su trabajo en la revista del Colegio Médico de Honduras o en la de la Facultad de Ciencias Médicas.

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