“NO SOY UN VIRUS” Y EL DESTINO TURÍSTICO

OM
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12 de febrero de 2020
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12:28 am
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“NO SOY UN VIRUS” Y EL DESTINO TURÍSTICO

EN las redes miles de usuarios han compartido fotos –entre ellas de personas de origen asiático expulsadas de restaurantes o a las que se les niega la prestación del servicio en distintos centros comerciales para no incomodar otros clientes– exigiendo que cese el racismo. “Es comprensible alarmarse por el coronavirus –lee un mensaje– pero ningún miedo puede excusar los prejuicios y la discriminación contra las personas de ascendencia asiática”. “Luchemos contra el racismo, desafiemos al odio y apoyemos mutuamente en este momento de una emergencia de salud pública”. Miles de personas de origen chino, el rostro cubierto con mascarillas, portan letreros que leen: “No soy un virus”. Varios espectáculos, ferias, seminarios, cónclaves y otros eventos programados han sido cancelados por temor a la contaminación. O bien expositores que reservaron cupo con antelación decidieron no participar en el evento. Chefs, deportistas y niños chinos son las mayores víctimas de la “chinofobia”.

El gobierno chino ha lamentado la discriminación contra sus connacionales en distintos países de Europa. “No existe ninguna razón para ver a todos los ciudadanos de origen asiático como casos sospechosos. El nuevo coronavirus no tiene pasaporte”. Muchos temen que una de las causas de su propagación ha sido la falta de información oportuna y orientadora debido a los candados que el gobierno chino impone a todo aquello que no sea la versión oficial. En los inicios el gobierno hizo todo lo posible por ocultar información sobre el brote del virus. “Dos altos funcionarios de la provincia china de Hubei, epicentro de la epidemia de un nuevo coronavirus, han sido despedidos, anunció la televisión estatal después de las demoledoras críticas sobre su manejo de la crisis”. Después de recorrer durante casi una semana las calles de Wuhan, filmando muertos y hospitales desbordados por pacientes con el coronavirus, de repente el informante desaparece. Se trata de Chen Qiushi, “un abogado de 34 años quien fuera uno de los pioneros más prominentes de un pequeño pero perseverante movimiento que desafía el monopolio de la información que impone el Partido Comunista”. Si en otras partes del mundo el virus los mantiene estresados y en permanente vigilia, los promotores del turismo interno, aquí en el país, más bien lo ven como una oportunidad de lucro. Proponen ofrecer a Honduras como destino turístico ante la masiva cancelación de vuelos nacionales a los países orientales, o el impedimento de ingreso a distintos países de asiáticos de varias procedencias. “La crisis desatada por el coronavirus beneficiaría a Honduras”, dijo complacido el presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh).

Este año –de materializarse ese sentimiento de oportunidad– podrían gestionar no una semana y días de dilatado asueto, sino hasta un mes, quizás más, como puente más prolongado. Así podrían atiborrarse, hasta reventar, los centros de esparcimiento y entretenimiento con que cuenta el país. Solo que vuelen ojo a las caravanas. “Autoridades confirmaron el primer caso de coronavirus en San Diego, California, lo que la convierte en la primera ciudad en la frontera con México en tener presencia del virus”. “Las autoridades sanitarias chinas informaron de que ya se han certificado 1,016 muertes por el coronavirus causante de la neumonía de Wuhan entre los 42,638 contagiados diagnosticados en el país asiático”. Gracias a Dios, aquí han tomado las precauciones y todo pareciera estar bajo control. El jefe de la Región Sanitaria Metropolitana del Distrito Central informó que “los viajeros asiáticos que se mantienen en vigilancia son 15 personas de 234 que ingresaron al país, provenientes de China, Corea del Sur y Taiwán”. La buena noticia es que dada la vigilancia que aseguran les dan todos los días “todavía podemos garantizar que están asintomáticos”.

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