Aprendió lenguaje de señas para “oír” la “voz” del amor

Kathy Lizeth Amador Escoto casi había perdido las esperanzas de encontrar algún día el amor verdadero. Tras una relación fallida, pensó que su futuro inevitable sería ser una madre soltera, sin embargo, el destino le tenía una preparada una dulce sorpresa.

Hace tres años, justamente un 14 de febrero, llegó a su vida Óscar Nazael Rodríguez Rodríguez, quien según Kathy, se le acercó con timidez por una razón: aunque la miraba con amor, él no podía escuchar sus palabras al carecer del sentido del oído y por eso, conquistarla le era un gran reto.

A pesar de sus limitaciones, el genuino interés de Óscar por Kathy despertó en ella una vocación que hoy en día le apasiona: ser intérprete para personas con discapacidad auditiva.

SALÍAN A ESCONDIDAS

Ambos ingresaron al Instituto “Acción con Amor”, donde aprendieron el lenguaje de señas, al punto que se convirtieron en empleados de la institución. No obstante, no todo fue color de rosa, pues allí son prohibidos los noviazgos, por lo que el precio de mantener vivo su amor fue perder el trabajo.

“Salíamos a escondidas, porque no se permiten relaciones en Amor Acción, pero nos descubrieron y se acabó el trabajo”, relata Kathy con una sonrisa cómplice.

Luego agrega que “igual, siempre estaremos muy agradecidos con esa institución, primero porque nos abrió las puertas y después porque fue a donde nos hicimos novios”.

Ambos han aprendido uno del otro; él le ha ayudado a perfeccionar su lenguaje en señas y ella le enseñó a escribir con letras, del modo convencional, ya que los sordos utilizan una técnica distinta.

¿CÓMO LA CONQUISTÓ?

“No fue fácil, porque solo había salido con mujeres sordas, pero desde que la vi me dije: ¡Ella será mi novia y mi esposa!, porque nunca antes latió mi corazón como cuando la besé”, comenta Óscar, con la ayuda de esa intérprete que ahora es su compañera de vida.

¡Tuvo que ser un gran beso para que se acelerara su corazón!, ¿o no Kathy? Con una carcajada, ella responde que  “no sé si ha sido el mejor beso que nos hemos dado, pero es que él se tardó dos meses en tomar el valor de besarme y yo ya me estaba empezando a desesperar”.

Según explica Óscar, mientras se quita el uniforme de trabajo, pues solo cuenta con una hora para atender la entrevista y volver a sus labores; él supo que a Kathy le gusta bailar y por eso se convirtió en un gran bailarín, gracias a un primo que le enseñó un par de pasos.

¿Cómo hace para seguir el ritmo de la música? El enamorado detalla que  “cuando hay un sonido fuerte en un lugar encerrado, sentimos una vibración en el piso y así interpreto la música y luego fluye el baile”.

¡GUAPO Y BAILARÍN!

“Ahora, hasta sus amigas me piden prestado para bailar. ¡Guapo y bailarín, ¿qué más quiere?!”, expresa Óscar con sus manos, a través del lenguaje de señas, para luego reír a carcajadas.

Luego, toma un tono más serio y agrega que “lo que más me fascinó  de ella fue su nobleza y su gran corazón. Hay personas que se dejan llevar más por el físico, pero a mí, de ella, me enamoró su interior, su forma de ser y su gran deseo de siempre querer ayudar a los demás”.

“En cambio, ella de mí sí se enamoró por mi físico, es que soy muy guapo”… asegura, mientras sonríe nuevamente, a la vez que se gana un empujón por parte de Kathy.

INTÉRPRETE 24/7

Según reconoce Kathy, ella jamás se imaginó que saldría con un joven con discapacidad auditiva y acepta que no es fácil, sobre todo en los detalles que para los demás pasan desapercibidos. Por ejemplo, por mencionar uno de ellos, siempre tiene que haber luz y estar de frente para platicar.

“Ha sido un gran reto, pero ha valido la pena, él es una gran persona que siempre está alegre y es un hombre luchador, nunca se rinde, siempre busca superarse, además, también se ha sabido ganar el cariño de mis hijas”.

Kathy es la traductora de Óscar en todo momento, incluso ante su familia, ya que su suegra no maneja al 100 por ciento el lenguaje en señas, pues ella no contó con apoyo profesional, como lo tuvieron ellos, para aprender la técnica.

“Uno de mis sueños es poder algún día trabajar de intérprete en televisión, pues a él le encanta ver la tele, pero lógicamente no sabe lo que dicen, por eso creo que los medios de comunicación deben ser más incluyentes y tomar en cuenta que hay muchos sordos entre sus televidentes”, señala.

DESIGUALDAD SOCIAL

Además de luchar día a día en sus retos como pareja, a ellos también les toca afrontar las barreras de desigualdad social, pues según denuncia Óscar, las oportunidades laborales, educativas y el entorno de las ciudades, están establecidas pensando solo en las personas que gozan de todos sus sentidos.

Algo tan simple como abordar un autobús o un taxi sin rotulación de ruta ya es una complicación, ni hablar de intentar hacer una gestión personal como solicitar información en una institución pública o privada.

“Yo soy una persona normal, me encanta el fútbol, ¡soy gran Motagua y Real Madrid!, me gusta ir a bailar, salir con la familia y amigos, pero todo es más difícil porque las cosas están hechas pensando para la gente que ve, escucha y tiene sus extremidades completas”, reclama Óscar, moviendo sus manos con notable intensidad.

No obstante, en el camino han encontrado “ángeles” que les han tendido una mano, como la abogada Marlen Martínez, del Grupo Hondureño de Apoyo a Personas Sordas (GHAPER); el doctor José Marcial Méndez, director del Instituto Héctor Pineda Ugarte y el centro Acción con Amor.

“Hay personas sumamente bondadosas, como la abogada y el doctor. También agradezco inmensamente y felicito a Walmart, por ser una empresa con inclusión social, ya que además de mí, hay otros compañeros con discapacidades que han encontrado aquí el trabajo que tanto necesitamos para ayudar a nuestras familias”, afirma Óscar.

También reconocieron que han encontrado un gran aliado en la Dirección de Discapacidad, que lucha para que se cumpla la Ley de Equidad para el Desarrollo Integral de las Personas con Discapacidad en materia de inclusión educativa y laboral.

SUEÑOS POR CUMPLIR

Entre los sueños por cumplir para esta pareja está por el lado de ella culminar sus estudios básicos, los cuales está cursando en el Instituto Hondureño de Educación por Radio (IHER), así como conseguir un trabajo de intérprete en televisión.

Óscar, en cambio, espera obtener el título de licenciado en Educación Física en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), ya que solo le resta un año para graduarse, pero actualmente trabaja de 9:00 de la mañana a 6:00 de la tarde y se le dificulta encontrar un horario de estudio, pues viven en Ciudad Mateo y no cuentan con transporte propio.